Una de las mayores cualidades de un sistema operativo es la personalización. Todos queremos que nuestro sistema operativo sea único y se adapte a nuestros gustos y nuestras necesidades, sin embargo es posible que cuando intentamos cambiar algunos de los parámetros preestablecidos del sistema nos encontramos con que no tenemos la opción a ello. Uno de estos parámetros es la pantalla de bloqueo e inicio de sesión que por defecto habilita Windows 10.

Tras varias semanas entre nosotros, los usuarios empiezan a hacerse con los entresijos de Windows 10 ya que aunque muchos han podido probar la versión técnica preliminar, el grueso de usuarios está empezando a conocer ahora las particularidades del nuevo sistema operativo de Microsoft. Como suele ocurrir en los inicios, muchas dudas generan quejas entre algunas personas y una de ellas puede deberse a la falta de fluidez en el menú de inicio de Windows 10. Vamos a ver cómo podemos paliar este problema.

El conocido como “error crítico” de Windows 10, que no permitía la apertura del menú de Inicio y el asistente virtual Cortana, las muertes súbitas en el proceso de actualización y algunos otros problemas se suman a un amplio listado. Windows 10 lleva ya varios días entre nosotros y aún sigue dando problemas a los usuarios, y en este caso tiene que ver con la activación del sistema operativo. Microsoft asegura que los problemas de activación deberían dejar de ocurrir, y explica por qué han sucedido.

Si pensabas que las actualizaciones del SO de Microsoft son totalmente seguras contra ataques de malware, te equivocas.

Utilizar un sistema operativo sin activar es muy peligroso ya que tras el periodo de prueba muchas funciones se bloquean automáticamente a la espera de la correspondiente clave de activación. También es posible que incluso el sistema operativo se bloquee por completo, por lo que tras la instalación del mismo debemos asegurarnos de que hemos introducido la clave correctamente y él mismo se ha activado correctamente para evitar problemas.

Poco a poco el último sistema operativo lanzado por Google va creciendo. Aunque le ha costado bastante, está a punto de llegar al 20% de terminales justo cuando va a salir la nueva versión, Android M. Eso sí, sigue siendo la tercera versión con más usuarios tras KitKat y Jelly Bean que siguen estando bastante fuertes.

La llegada del nuevo sistema operativo de Microsoft ha ilusionado a muchos usuarios, aunque quizá los que más rápido han actualizado han sido lo que tenían instalado Windows 8.x en sus ordenadores. Y es que una cosa es cierta, Windows 10 ha conseguido poner de acuerdo tanto a los defensores de Windows 7, como a los que les encantaba Windows 8, que alguno había. Para todos Windows 10 ha sido una evolución positiva.

Millones de usuarios ya han instalado el nuevo Windows 10 y, por lo general, las opiniones son bastante buenas. Aunque el nuevo sistema operativo de Microsoft se ha convertido en poco tiempo en uno de los mejores sistemas de la compañía, es posible que muchos usuarios actualicen y las cosas no funcionen como a ellos les gustaría. Por suerte si no estamos contentos con Windows 10 es posible volver atrás sin tener que formatear el ordenador completo y manteniendo todos nuestros datos.

Toda la apariencia ha cambiado en Windows 10. En las versiones anteriores del sistema operativo de Microsoft los usuarios tenían un mayor control sobre la apariencia pudiendo elegir más fácilmente los colores y los temas que querían utilizar en la barra de tareas y en las ventanas de Windows. Windows 10, por defecto, utiliza el color blanco para las barras superiores de las ventanas y este color no puede modificarse desde los ajustes de personalización.

Al igual que en ocasiones anteriores muchos usuarios no actualizan su sistema operativo por no formatear y reinstalar desde cero o simplemente por miedo a perder los datos. Microsoft ha trabajado en facilitar lo máximo posible el proceso de actualización desde sus versiones anteriores de Windows al nuevo Windows 10, por lo que los usuarios pueden instalar el nuevo sistema operativo de la compañía sin miedo a perder los datos.

Poco a poco la base de usuarios de Windows 10 empieza a incrementarse desde que el pasado 29 de julio, Microsoft decidiera lanzar de manera oficial su nuevo sistema operativo al mundo. Pero a pesar de que las primeras estimaciones de la compañía de Redmond cifraban en “días” la disponibilidad de la actualización para los usuarios, entre algunos analistas no hay tanto optimismo y podría retrasarse considerablemente en ciertos casos.