Windows 10, pese a sus virtudes, tiene bastantes defectos que le están haciendo ganar enemigos. Una de las peores características de este nuevo sistema operativo es su capacidad para actualizar automáticamente los controladores del sistema operativo, entre ellos los de las tarjetas gráficas. Windows 10 actualiza los drivers de Windows 10 mientras lo usamos, causando problemas, pérdida de información, reinicios del sistema y, lo peor de todo, sin posibilidad de bloquear por defecto estas actualizaciones.

Hoy en día los usuarios dan mucha importancia a la apariencia gráfica y los efectos visuales, incluso por encima del rendimiento. Por ello todos los sistemas operativos suelen aplicar una serie de efectos y de animaciones que aunque pueden ser “bonitos” repercuten directamente sobre el hardware y el rendimiento, permitiendo en la mayoría de las ocasiones mejorar el rendimiento general del sistema operativo modificando o desactivando estos efectos y animaciones.

Windows 10 es el nuevo sistema operativo de Microsoft. Durante el desarrollo de este sistema operativo han participado los usuarios gracias al programa Insider donde se han podido probar legalmente varias compilaciones del SO y dar la opinión sobre ellas, así como reportar errores y dar sugerencias sobre nuevas características o cambios que podrían mejorar la experiencia del usuario. Aunque Windows 10 ya ha alcanzado la versión estable su desarrollo sigue adelante, y los usuarios esperan mejoras y cambios en varias características del sistema operativo.

La mayoría de las veces que nos conectamos a Internet desde un sistema Windows lo hacemos a través de una línea ADSL o de fibra que no tiene ningún tipo de limitación, sin embargo en ocasiones es posible que tengamos que conectarnos a la red desde un lugar público con una conexión de “prepago” o simplemente creando un punto de acceso en nuestro móvil para compartir su conexión 3G / 4G con nuestro ordenador, llegando a liquidarnos la tarifa mensual si no se configura correctamente.

Cuando llega un nuevo sistema operativo las comparaciones con su anterior versión son inevitables. En este caso, debido al fracaso en cuando a cuota de mercado de Windows 8.1, parece que se ha dado por ganador a Windows 10 prácticamente sin necesidad de demostrarlo empíricamente. Pero la empresa de seguridad AVG Labs ha querido hacerlo y estos son los resultados.

Dependiendo de la suerte de cada usuario es posible que todo el proceso de actualización, configuración y uso de Windows 10 se realice correctamente o aparezcan innumerables problemas y errores que hacen que su uso diario sea prácticamente imposible. Las causas de estos errores son varias, y en la mayoría de las ocasiones culpa del hardware o del usuario, sin embargo Microsoft quiere ayudar en todo lo posible a solucionar estos problemas y hacer que todos los usuarios puedan usar sin problemas su nuevo sistema operativo.

Aunque Windows 10 ya llegó a la versión estable y su desarrollo se dio por finalizado, Microsoft aún sigue mejorando el sistema operativo implementando nuevas funciones y características, corrigiendo errores que se detectan con el paso de los días y mejorando todo el núcleo del sistema lo máximo posible. La primera gran actualización de este sistema operativo estaba prevista para el próximo mes de octubre, sin embargo Microsoft se está encontrando con más problemas de los esperados.

Una de las principales características de Windows 10 es la posibilidad de actualizar gratis desde las versiones anteriores evitando tener que pagar la correspondiente licencia. Esto implica tener previamente instalado Windows 7 o Windows 8 y, en muchos casos, la actualización causa problemas que nos obliga a formatear e instalar el sistema operativo desde cero, perdiendo así la posibilidad de actualizar nuestra licencia al nuevo sistema operativo.

En un principio se supone que Windows 10 debería funcionar sin problemas con el mismo hardware que Windows 7 y 8.1, pero por diversas razones, en ocasiones no lo hace, ya que en algunos casos nos lleva a problemas de rendimiento que hacen que esta nueva versión de Windows sea prácticamente inutilizable.

La polémica está servida en cuanto a las actualizaciones de Windows 7 y Windows 8. Y es que, aunque Microsoft ya ha explicado el por qué, lo cierto es que la compañía de Redmond está recopilando información de sus usuarios. Al mismo tiempo que Microsoft aumenta estas posibilidades de recolección de información sobre sus usuarios, están reduciendo los detalles informativos sobre los cambios que se introducen en las actualizaciones. ¿Por qué?

Los que ya han actualizado sus ordenadores a Windows 10, la nueva versión del sistema operativo de Microsoft, están encontrando algunos problemas. Ahora bien, también los que tratan de hacer la actualización se están encontrando con algunos contratiempos, como el bloqueo con el 32% del proceso de instalación, un fallo que Microsoft ha confirmado y sobre el cual ya ha arrojado algo de luz.