De hecho, a una velocidad de 90 kilómetros por hora, en condiciones de lluvia, hacen falta 32 metros más para frenar el coche que si se hace en seco. Es por eso que la Dirección General de Tráfico, en su revista, ha lanzado una serie de consejos para que la conducción sea segura a pesar de las inclemencias climáticas, y evites accidentes. Y lleva siempre la baliza V-16 contigo.

La DGT da las claves para conducir con lluvia

El primer punto está en ver y ser visto, tratar de asegurarse buenas condiciones de visibilidad. Para ello, como conductores, debemos minimizar cualquier riesgo que dependa de nuestra responsabilidad. Tener limpio el parabrisas, sobre todo sin grasa, es clave para que cuando empiece a llover no pierdas toda la visibilidad.

Para ello, si sabes que va a llover, revisa el estado de las escobillas, tanto las de delante como las de atrás. Si ves que ya están muy usadas, o que llevan meses sin usarse bajo el sofocante calor, lo mejor será sustituirlas, porque el material puede estar en mal estado y hará de todo menos limpiar. Y todo esto será en vano si no revisas también el líquido del limpiaparabrisas, asegurándote de que esté en el nivel correcto.

Otro de los grandes problemas que con la lluvia se agrava es el empañamiento de las lunas. Esto se debe al frío y a la humedad, que combinados, harán que pierdas toda visibilidad en cuestión de segundos. Los expertos recomiendan activar la calefacción y el aire acondicionado al mismo tiempo y dirigir el flujo hacia el parabrisas delantero. Si lo pones a una alta potencia, verás que en menos de un minuto se habrá quitado la mayor parte de la humedad. Eso sí, asegúrate antes de que las salidas de aire están abiertas y emitiendo flujo, porque si no, no estarás haciendo nada.

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Un papel importante también lo juega la iluminación del vehículo. En esta línea, la DGT recomienda revisar siempre el funcionamiento de todas las luces antes de emprender un viaje. Ya no es solo por la posibilidad de que una luz en mal estado deslumbre a otros, sino porque será el propio conductor del vehículo el que no tendrá una buena visión de la carretera, y esto, en condiciones de lluvia, puede ser fatal, sobre todo en carreteras convencionales y de montaña. Si tu coche no cuenta con luces diurnas, deja activas las de cruce mientras llueve. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Monash, en Australia, demostró que circular con las luces encendidas durante el día puede reducir hasta en un 8,8 % el riesgo de accidente.

Los neumáticos y los frenos también son factores muy importantes. Las gomas son el único punto de contacto con el asfalto, y teniendo en cuenta que cuando llueve se pierde mucho agarre con el suelo, la normativa obliga a que la profundidad mínima del dibujo sea de 1,6 mm, pero los expertos recomiendan no bajar nunca de los 3 mm. Así, se reduce el riesgo de acuaplaning, donde se pierde el control del coche y se desliza por la calzada. Con relación a los frenos, deberán estar en perfecto estado, para hacer que la distancia de seguridad aumente lo menos posible.

Recomendaciones para viajar con lluvia

  • Consulta la previsión meteorológica antes de salir. Si se anuncian lluvias intensas y se aconseja no salir, lo mejor será hacer caso.
  • Evita las zonas donde se acumula agua, como charcos o tramos en los que no se puede anticipar la profundidad de la balsa de agua.
  • Elimina las distracciones: concéntrate en la conducción y evita movimientos bruscos.

 

Fuente: Revista DGT | adslzone