Según Saurik esta grave vulnerabilidad en Google Glass, permite a otra persona hackear el dispositivo pudiendo ver lo que el propietario de gadget está observando en cualquier momento del día, siendo sin duda un grave problema que atenta contra la privacidad e intimidad de la víctima. Una vez que un hacker accede de forma remota a las Google Glasses, este introduce a través de un simple exploit unas líneas de código que permiten grabar las imágenes y el sonido sin que el usuario se percate que está siendo espiado.

Está técnica de hackeo puede ser perfeccionada, ya que actualmente cuando el usuario externo accede a las gafas de forma remota, la vulnerabilidad hace que todas las bibliotecas multimedia (imágenes y audio) del dispositivo sean eliminadas, poniendo así en alerta al usuario. Una vez perfeccionada, cosa que no será dificil, se puede violar la privacidad del usuario sin que este se de cuenta.

Recordar que las gafas inteligentes de Google están ya en manos de los desarrolladores tras la liberación de su código, estando así abierto y fácilmente “hackeable” al poseer su kernel y su API.

Imaginamos que los chicos de la gran G corregirán este problema de seguridad en breve, uniéndose este a la lista de problemas detectados y reportados por los propietarios de una Google Glass.

 

Fuente: Noticiasdot | softzone