El pasado mes de agosto, surgieron los primeros rumores sobre un hipotético interés por parte de Telefónica para hacerse con Vodafone. Desde entonces, ninguna de las compañías se ha pronunciado al respecto y, de hecho, este mismo mes de octubre ambas se aliaban para lanzar un nuevo proyecto valorado en algo más de siete millones de euros.
Las fusiones han sido uno de los temas recurrentes durante el presente 2025 como fórmula clave para consolidar el sector teleco y aumentar su competitividad a nivel europeo. Una potencial compra de Vodafone por parte de Telefónica provocaría un nuevo terremoto en el sector de las telecomunicaciones en España, puesto que supondría la fusión de la segunda y tercera compañía por número de clientes.
Sin embargo, Telefónica tendría que lidiar con un importante problema para acometer la operación: la revalorización del operador rojo desde que fue comprado por Zegona.
Un desembolso muy elevado
Analistas del portal especializado Renta4 afirman que se trata de “una operación compleja tras la fuerte revalorización de Zegona” y esto obligaría a la compañía presidida por Marc Murtra a “recurrir a varias vías de financiación, quedando descartado emitir más deuda”.
Uno de los caminos que se barajan es que Telefónica apruebe el próximo 4 de noviembre, coincidiendo con el Día del Inversor que celebra la empresa, una ampliación de capital. Una fórmula que le serviría para reducir la deuda neta de la entidad y tener un mayor margen de maniobra para valorar movimientos como el mencionado o cualquier otro que tenga en su hoja de ruta.
Para contextualizar, conviene recordar que desde Telefónica se lleva tiempo trabajando en un plan de desinversión que le ha llevado a vender su actividad en activos poco estratégicos, como son las operaciones que estaba llevando a cabo en América Latina.
La regulación, otro detalle clave
La revalorización de la filial española de Vodafone supone un importante escollo, pero no es el único. Otro de los hándicaps que debería abordar la firma es la excesiva regulación que debería superar tanto a nivel nacional como en el plano europeo. Un proceso que sería bastante largo, “como pasó con la fusión entre MásMóvil y Orange España”, señalan las mismas fuentes.
Mientras todo esto ocurre, y como ya hemos anticipado, ninguna de las operadoras implicadas en estos rumores se ha manifestado públicamente en una u otra dirección. De hecho, el propio Marc Murtra afirmó el pasado 1 de octubre, en declaraciones recogidas por elEconomista, que el objetivo de la firma es ser “un teleco líder mundial desde Europa”, añadiendo que están “cómodos con la estructura de capital que tenemos en Telefónica…, y con cualquiera que pueda venir”.
Por tanto, y pese a que Telefónica parece abierta a escuchar ofertas y acometer operaciones de gran envergadura, de momento solo existen rumores en torno a las potenciales acciones que valora la teleco española para asentarse a nivel europeo y cumplir con su objetivo de liderar el sector a nivel continental.
Digi, potencial beneficiada
En toda esta compleja situación, no podemos olvidar que, al igual que ocurrió en la fusión de las dos operadoras mencionadas previamente, habría una tercera compañía que podría salir fortalecida: Digi.
La compañía rumana, especializada en el mercado low cost, sería la principal receptora de todas las conexiones que los reguladores exijan a ambos operadores para evitar una pérdida de competitividad.
Fuente: elEconomista | adslzone