Todos recordaréis la polémica sobre la pre-descarga de Windows 10 que según parece estaba realizando Microsoft en los PCs con Windows 7, 8 y 8.1 independientemente de si el propietario quería actualizarse o no. A pesar de eso, la compañía ha dicho que ya cuenta con más de 110 millones de dispositivos actualizados, y ahora, Microsoft ha anunciado que va a realizar algunos cambios en el sistema de actualización de su sistema operativo.

Yace ya varios meses que Microsoft empezó a mostrar una serie de avisos sobre la disponibilidad del nuevo Windows 10 con el fin de que los usuarios confirmaran su interés por actualizar y pudieran asegurarse la actualización legal aprovechando incluso la misma licencia. Han pasado ya casi 3 meses desde el lanzamiento definitivo de Windows 10 y aunque muchos usuarios han instalado la nueva versión, aún hay un considerable número de ellos reacio a hacerlo.

Cuando guardamos archivos personales, privados y sensibles en un ordenador debemos protegerlos correctamente para evitar que otros puedan acceder a ellos, especialmente cuando compartimos nuestro equipo con otros usuarios. Existen múltiples aplicaciones de terceros que nos permiten bloquear, ocultar e incluso proteger con contraseña los archivos y carpetas a los que no queramos que personas no autorizadas accedan.

Microsoft ha ofrecido por primera vez en su historia la posibilidad de descargar su nuevo sistema operativo de forma totalmente gratis. Un cambio de tendencia que permite pensar que los de Redmond quieren que sus ingresos lleguen por otros caminos, y no por la venta de licencias de Windows. Por eso, analizamos las posibilidades que tiene Windows 10 para la publicidad.

Alguno defenderá que Microsoft está en su derecho de hacer todo lo posible para que el máximo número de usuarios actualicen a la última versión del sistema operativo aunque lo cierto es sus métodos nos están empezando a parecer algo descarados. Si hace unos días no dejaba cancelar la actualización “por un error”, ahora ha comenzado a mostrar una notificación a pantalla completa que nos invita a actualizar y aparece cada vez que reiniciamos el equipo.

Estos últimos meses hemos visto como Microsoft tiene una cadencia de actualización verdaderamente notable, sobre todo en lo que se refiere a sus versiones para insiders. Pues bien, al fin en noviembre llegarán las primeras novedades a la versión final de Windows 10. Con el nombre en clave Threshold 2 esta nueva versión vendrá con nuevas funcionalidades muy esperadas.

Con el paso del tiempo, tanto el software como el hardware avanzan y evolucionan para adaptarse a las nuevas tecnologías. El problema llega cuando el hardware avanza más rápido que el software, ya sea porque la aplicación queda “obsoleta” y ya no es útil para los sistemas modernos o simplemente porque el desarrollador abandona el proyecto, no libera el código y no compila la aplicación para funcionar con los nuevos SDK ni con las nuevas arquitecturas.

Windows Update es la plataforma que utiliza Microsoft para distribuir las actualizaciones de su sistema operativo y de sus productos a los usuarios. Por motivos que no son posibles explicar, algunos usuarios tienen problemas con esta plataforma de manera que o no reciben las actualizaciones o cuando las descargas y se intentan instalar el proceso falla y comienza un largo proceso de restauración donde se desinstala la actualización, existiendo el riesgo de entrar en un ciclo de instalación-desinstalación teniendo que tomar medidas más drásticas para restaurar el sistema.

Para muchos usuarios de Windows, tener que iniciar sesión cada vez que se inicia el sistema les resulta algo bastante incómodo, sobre todo si son sólo ellos quienes usan el equipo o a pesar de compartirlo lo hacen con el resto de personas de la casa que son de total confianza.

La semana que viene se cumplen tres meses del lanzamiento del nuevo sistema operativo Windows 10 y según la compañía ya son más de 110 millones de usuarios los que están usando la última versión del sistema operativo de Microsoft en sus ordenadores. Unos usuarios que esperan de este software se acerque más a un servicio por parte de la compañía que a un producto.

Entre otros muchos, uno de los cambios que Microsoft hizo en Windows 10 es aquel que hace referencia a los pasos que los usuarios tienen que dar para cambiar las aplicaciones por defecto en cualquier ámbito del sistema.