La especial relevancia de esta obra tiene que ver con los interminables atascos que todavía se sufren en varios enclaves de la capital, como en la entrada por el Paseo de Extremadura. Con este proyecto, la zona suroeste de la ciudad tenderá la mano a la fluidez del tráfico y descongestionará una de las zonas popularmente conocidas por sus atascos.
Soterramiento de la A-5
El alcalde José Luis Martínez-Almeida, en compañía de Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, y Alberto González, concejal del distrito Latina, visitó las obras para comprobar de primera mano su evolución. Según explicaron, los plazos se están cumpliendo y el soterramiento debería estar listo para la fecha prevista de noviembre del año que viene.
La obra abarca 3,2 kilómetros de soterramiento en una de las arterias más congestionadas de la ciudad. De hecho, ya se han excavado más de 300 metros del túnel y un 84 % de los pilotes que sostendrán la construcción ya han sido instalados. El soterramiento se está llevando a cabo a través de una técnica llamada cut and cover, que se basa en construir primero los muros laterales y la cubierta superior, para después vaciar el interior. Esta metodología permite que los coches sigan circulando por la superficie, con los dos carriles que se han logrado habilitar. Eso sí, cuidado con la ZBE a partir de enero.
Sobre el terreno, se han desplegado 600 operarios y más de cien máquinas que trabajan para mover casi 200.000 metros cúbicos de tierra.
Más zonas verdes y menos coches
Una vez finalizada la obra, se disfrutará de aceras mucho más amplias, con 33 conexiones peatonales que duplican las 16 que hay actualmente, además de un carril bici de 3,5 kilómetros que circulará en ambas direcciones y llegará hasta Madrid Río, uno de los puntos clave de la capital. El Ayuntamiento ha habilitado también un servicio de autobuses gratuito para facilitar los desplazamientos y paliar las molestias ocasionadas por las obras.
Además, se podrá disfrutar de un bulevar peatonal repleto de zonas verdes que conectará directamente con Campamento y Casa de Campo, eliminando un asfalto que durante décadas ha dividido Aluche, Lucero y Las Águilas. Las mejoras serán evidentes: además de la reducción prevista del 90 % de los vehículos que circulan por la zona, se dará un impulso a la calidad de aire y de vida en la zona.
Centrando el foco en el túnel en sí, este estará compuesto de seis carriles, tres para cada sentido, que estarán separados. Los carriles interiores estarán reservados para un sistema bus-VAO con señalización variable, y se podrán adaptar a lo que demande el tráfico del tramo. Así, se mejorará la fluidez y se reducirán las retenciones en Batán o Boadilla, dos zonas con accesos que normalmente se congestionan.
Se trata de un proyecto con el que el Ayuntamiento de Madrid pretende facilitar los accesos a la capital, especialmente en zonas que acostumbran a saturarse en horas punta. Si los plazos se cumplen, en poco más de un año los madrileños estrenaremos un túnel que aligerará la movilidad en una de las ciudades con más vehículos de España.
Fuente: El Confidencial | adslzone