Cada año, según la información, la Luna se aleja de la Tierra 3,8 centímetros. Si bien es cierto que puede parecer una cifra insignificante, a muy largo plazo, dentro de miles de años, podría tener un enorme impacto que transformaría los días y las noches tal como los conocemos hasta ahora.

Desde los años 60 se viene estudiando con precisión la distancia que hay entre nuestro planeta y el pequeño astro gris, gracias a una tecnología láser. Durante las misiones Apollo, se enviaron haces de luz reflectores instalados en la superficie lunar, para poder calcular el tiempo que tarda el láser en volver y dar así con la distancia exacta. Este sistema es el responsable de que ahora sepamos que poco a poco la Luna se aleja de nosotros. Sin embargo, no siempre lo hace a la misma velocidad, ya que, según los datos del estudio, hay épocas de mayor estabilidad y otras con variaciones más notables.

El motivo por el que ocurre este fenómeno tiene que ver con la gravedad y las mareas. La atracción de la Luna sobre los océanos provoca que se forme un abultamiento de agua en el lado de la Tierra más cercano a ella. Consecuencia de esto, y teniendo en cuenta que nuestro planeta gira más rápido de lo que tarda la Luna en dar la vuelta, ese abultamiento se adelanta ligeramente a su posición, tirando de su propia gravedad y haciendo de freno sobre la rotación terrestre, al mismo tiempo que empuja al satélite cada vez más lejos.

¿Habrá consecuencias?

El efecto puede ser doble. Por un lado, los días en la Tierra se irán alargando muy lentamente, mientras la Luna se aleja. De hecho, hay que tener en cuenta que hace millones de años, un día terrestre eran 23,5 horas, y ahora son 24, por lo que dentro de millones de años el escenario habrá cambiado ligeramente, como consecuencia de este tipo de fenómenos, alargándose hasta 26, 27 o incluso 28 y 29 horas. Si esto llegara a suceder, la Tierra siempre mostraría la misma cara a la Luna, lo que supondría también el fin de los eclipses solares.

Los expertos afirman que se trata de un proceso natural que seguirá durante millones de años. Sin embargo, debido a los tiempos, nunca llegaremos a ver estos cambios en nuestros días. Pero, por otro lado, lo que para nosotros es imperceptible puede ser un enorme cambio a largo plazo si hablamos en términos astronómicos.

La Luna es un elemento clave para la Tierra, sobre todo como eje estabilizador de nuestro planeta, logrando así que el clima sea relativamente estable, y aunque con el paso de los años se esté alejando esos 3,8 centímetros, seguirá ejerciendo sobre nosotros como hasta ahora. ¿Te imaginas cuánto se tarda en ir a la Luna?

Por tanto, no te preocupes, no dejarás de ver la Luna de un año para otro ni los días durarán más tiempo por el momento, pero lo evidente es que, de continuar con esta tendencia durante millones de años, los días en la Tierra se parecerán poco a los que hoy tenemos.

 

Fuente: elEconomista | adslzone