El ambiente en el mercado del armamento se está caldeando cada vez más desde que China haya decidido imponer su fuerza comercial y tratar de aspirar a la corona de la venta de armas. Lo están haciendo ofreciendo cada vez más tipos de artillería y maquinaria con las características habituales del comercio chino: precio muy reducido y gran disponibilidad.

China hace una llamada a sus clientes

Estados Unidos lleva tiempo dando largas a los países de Oriente Medio, donde esperan como agua de mayo el día en el que el gigante norteamericano les venda sus cazas F-35. Y aunque el plan del país era inicialmente hacer una comercialización masiva a lugares como Emiratos Árabes Unidos, esta idea inicial de Donald Trump fue bloqueada por la administración de Joe Biden.

Eso ha dejado a Israel como único país de la región que está usando los F-35, lo que ha generado un importante sentimiento de urgencia entre las demás naciones. Y China quiere aprovecharse de eso. Para hacerlo les deja claro que tiene la mejor alternativa: sus cazas furtivos FC-31 con los que prometen unos resultados del mismo nivel, pero con un precio muy inferior.

Armamento made in China

Ahora la pregunta que posiblemente se hagan los gobiernos es si pueden confiar en los aviones fabricados en China que, además, se venden a un coste demasiado sugerente. ¿De verdad es seguro poner la inversión de los países y el futuro de sus tropas armadas en un equipamiento procedente de China? Al fin y al cabo, los tópicos hablan por sí solos y no es difícil encontrar similitudes entre la forma de promocionar el armamento y la de otros productos que se compran en el país asiático a bajo precio.

No obstante, es posible que el músculo que está mostrando China para reforzar su valor como proveedor de armamento, acabe llevando a que empiece a sumar clientes. Por lo pronto, el país ha pasado por el Salón Mundial de la Defensa 2024 de Riad teniendo una presencia masiva. Las empresas y fabricantes chinos han estado por doquier presentando su armamento, artillería y sus vehículos con los que se comprometen a ofrecer bajos precios y periodos de entrega muy razonables.

Desde China aseguran que su FC-31 es el segundo mejor caza furtivo del mundo dentro de su categoría y que iguala en muchas de sus características de combate a los F-35 estadounidenses. Pero desde Occidente hay expertos que ponen estas afirmaciones en duda y que dejan claro que estos cazas no cuentan con algunos de los rasgos que son imprescindibles a la hora combatir. Debido a ello, por ahora se desconoce el impacto que está teniendo esta agresiva campaña de marketing chino para tratar de comercializar su caza y transformarlo en un super ventas aprovechándose de la ausencia en el mercado del avión norteamericano.

Para los gobiernos que no están convencidos de confiar en maquinaria china en sus misiones defensivas, se están emitiendo testimonios desde el país asiático que intentan dar la vuelta a la tortilla. En el Global Times, por ejemplo, los periodistas hablaron con un experto militar de China que destacó todas las ventajas que tiene adquirir el armamento que se fabrica en su país. Primero destacó el precio, después remarcó el uso de tecnología de vanguardia y, al mismo tiempo, insistió en que todos los productos son de máxima calidad. No solo eso, sino que en sus declaraciones también dijo que las empresas chinas proporcionan un servicio postventa absoluto y que, además, venden sin ningún tipo de límite. En palabras textuales del experto, no imponen ninguna condición política a sus clientes.

Aunque no deja de ser una buena carta de presentación, los gobiernos siguen cogiendo con pinzas las afirmaciones procedentes de China y las ofertas que se están haciendo sobre el FC-31. Por lo que dicen los expertos occidentales, estos cazas no tienen los sistemas informáticos avanzados de los F-35, ni tampoco sus sistemas de detección, ni siquiera de su capacidad para despegar o aterrizar en vertical. Por ello, comprarlos podría ser solo una medida desesperada ante la falta de posibilidad de echarle el guante al modelo líder fabricado en Norte América.No obstante, China también ofrece otras máquinas, como el avión de transporte Y-9, el cazabombardero JH-7 o los drones Wing Loong, entre muchas otras propuestas. Quizá sea cuestión de tiempo que, al final, como se ha visto en películas, China logre ese ansiado objetivo de transformarse en proveedor de armamento del mundo entero. La pregunta será, como decíamos, si sus clientes habrán tomado una buena decisión o no.

Fuente: The Eurasian Times | adslzone 

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