Hace unos días, desde Estados Unidos llegaban noticias que desvelaban cómo el país no quiere perder contra China en su nueva rivalidad espacial. Están preocupados, porque ven que la nación asiática avanza a pasos de gigante. Y noticias como la de este cohete no ayudarán a que los norteamericanos estén más tranquilos.

Se respira optimismo

Hay que decir que este cohete conocido como Kinetic-2, no está aparentemente financiado por el gobierno chino. Se trata de la creación de la empresa CAS Space, la cual se constituyó en 2018 como negocio paralelo de CAS (Academia China de las Ciencias, parte del gobierno). En principio, la entidad vuela de forma independiente sin financiación por parte del estado, motivo por el cual sus responsables han comentado que están explorando distintas vías de negocio. No obstante, ya se sabe que, al final, todo lo que hagan empresas como esta será a favor de China y del nombre de la nación en su desarrollo espacial.

Dicho esto, te podemos decir que el Kinetic-2 es un cohete de propulsor líquido que utiliza dos tipos de combustible: oxígeno líquido y queroseno. Su altura es de 53 metros, mientras que la zona central del mismo tiene una anchura de 3,35 metros. Dicho de otro modo, es un cohete de gran envergadura y que, además, está preparado para poder transportar un gran volumen de peso.

Entrará en pruebas en 2025

La estructura del cohete está apoyada por dos propulsores laterales. Tal y como se ha podido ver en otros proyectos modernos, la intención es que los propulsores sean reutilizables, por lo que se calcularía la trayectoria para recogerlos tras el lanzamiento del cohete. No obstante, el plan es que al final todos los elementos principales sean reutilizables y que lleguen a conseguir tener un cohete que aporte las mejores oportunidades.

En términos útiles, será capaz de transportar un total de 12.000 kg cuando el cohete se lance hacia una posición de la órbita baja de la Tierra, mientras que la cifra se reducirá un poco hasta 7.800 kg en aquellos casos en los que el destino sea una órbita sincrónica al Sol. Aunque la primera prueba y lanzamiento se llevará a cabo en el próximo año 2025, se espera que la capacidad máxima del uso del Kinetic-2, sobre todo en reusabilidad, esté lista para el año 2028.

Los científicos chinos saben que el reloj no deja de avanzar y que la década de los años 20 de nuestra era va a ser cuando se tengan que llevar a cabo más avances en cuanto a la carrera espacial. Si las cuentas salen tal y como está previsto, en 2030 ya deberíamos estar realizando viajes habituales a lugares como la Luna y eso implicará que será necesario tener la máxima tecnología posible. Además, este tipo de empresas y equipos de investigación son conscientes de cómo ahora pueden trabajar en un entorno no tan competitivo como lo será a partir del momento en el que los viajes espaciales sean más rentables dentro de unos años.

Debido a esto, CAS Space ha dicho que también tienen entre manos dar inicio a un servicio de turismo espacial similar al que proporciona Blue Origin en Estados Unidos. Su objetivo sería seguir ese mismo camino y enviar a personas interesadas en hacer viajes hacia espacios suborbitales para sentirse como en una serie de temática galáctica. Y no es el único proyecto paralelo que tienen entre manos, dado que están intentando atacar distintos frentes. Tampoco hay que olvidar que, con el cohete precedente a este, el Kinetica-1, batieron un récord nacional al cargarlo de más satélites de los que hasta ese momento se habían llegado a lanzar. Debido a ello, se puede ver no solo la buena mano que parece tener CAS Space con sus desarrollos, sino también la importancia que van a tener para la imagen de China en la conquista espacial.

 

Fuente: Space | adslzone