El 15 de diciembre, China puso en alerta a todas las naciones del planeta al lanzar un nuevo cohete espía militar hacia el espacio. El sexto cohete Long March 5 despegó del Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang a las 21:41 horas (hora de Beijing) de forma totalmente exitosa. Los ingenieros han descrito que se han preparado duramente para llevar acabo esta hazaña, por lo que mejoraron varios aspectos técnicos de este nuevo cohete para garantizar su misión estelar.

Pero, suponiendo que la descripción oficial china dicta que se trata para monitorear imágenes de nuestro planeta, ¿estaríamos en riesgo de ser espiados por estos grupos militares y que estuviesen elaborando estrategias para iniciar una nueva guerra? Te contamos todos los detalles a continuación.

¿Cuáles son las intenciones del cohete chino?

El gobierno chino afirmó que la nave espacial a bordo del cohete Long March 5, llamada Yaogan-41, se trata de un satélite óptico de detección remota de gran altitud. Este tipo de satélites llevan incorporados un telescopio de grandes dimensiones para ofrecer unas instantáneas nítidas de la Tierra desde el espacio, empleando un mecanismo científico denominado teledetección.

Según han declarado las autoridades del país asiático, el satélite se utilizará en estudios territoriales, estimación del rendimiento de los cultivos, gestión ambiental, alerta y pronósticos meteorológicos y prevención de desastres naturales, en su misión número 502 de los cohetes portadores de la serie Long March. Sin embargo, los expertos consideran que no solo serán éstas las intenciones de los chinos, sino que también estarían destinadas a fines militares, ya que la nave Yaogan-41, está construida para uso militar.

No obstante, de acuerdo con los argumentos del gobierno chino, este satélite espía podría estar dirigiéndose a una posición en órbita geosincrónica, es decir, un movimiento estratégico que permite ver un tercio de la superficie del mundo. Así, en esta posición, la nave espacial daría la vuelta a la Tierra una vez cada 24 horas, sincronizando su movimiento con la rotación del planeta. Si se coloca en dicha órbita sobre los océanos Índico o Pacífico, como esperan los analistas, Yaogan-41 tendría una perfecta panorámica de China, Taiwán y los países colindantes.

La Armada de los EE.UU., ¿en peligro?

Según los últimos datos, las tecnología óptica de la Yaogan-41 está restringida a observaciones diurnas en regiones de nubes despejadas y, aunque las autoridades chinas no ha revelado las capacidades concretas de este tipo de artilugios sofisticados, podrían llegar a rastrear a los barcos de la Armada estadounidense y a los buques aliados de una amplia franja de los océanos Índico y Pacífico.

En este contexto, el Pentágono está viendo con sus propios ojos cómo China está poniendo la carne en el asador y más particularmente cuando su presidente Xi Jinping ordenó a su ejército que estuviese listo para invadir Taiwán en 2027. Sea como fuere, la Fuerza Especial de los Estados Unidos se encuentran en alerta de una posible guerra contra los militares chinos dentro de unos años. Incluso los teóricos afirman que este conflicto podría tener lugar en el espacio con satélites de comunicación. Pero, ¿hasta cuándo China mantendrá esta posición acechadora sobre la Tierra? Esperemos que cambien de opinión con el tiempo.

 

Fuente: English News | adslzone