Que la Luna tiene hielo en algunas de sus zonas es algo que se ha comprobado en el pasado, si bien solo se ha llegado a ver en regiones correspondientes a su lado oscuro. Además, nunca se ha determinado el volumen de hielo, ni tampoco la forma en la que estos depósitos se distribuyen. Los científicos no han tenido seguridad sobre ello y han dejado abierta la posibilidad de que la presencia de hielo fuera anecdótica. No obstante, las últimas misiones que se están llevando a cabo tienen el objetivo de encontrar el hielo que haya y, así, poder continuar con el proceso de colonización.

¿De dónde sale el hielo?

Cuenta el profesor Paul Hayne en la columna que ha publicado en Space que él y su equipo están ahora mismo investigando con la intención de descubrir la procedencia del hielo. Quieren saber de dónde viene el hielo para tener más capacidad a la hora de poder desarrollar esa investigación necesaria para que, en el futuro, la Luna se pueda acabar convirtiendo en un segundo hogar de la humanidad.

Por ahora tienen varias teorías que tratan de confirmar y poner a prueba. Una de ellas desvela que el hielo puede haberse producido debido a la actividad volcánica que hay en el astro. Otra opción es que el motivo se encuentre en el impacto del viento solar sobre la Luna. Y, no menos probable, también añade que es posible que el hielo se produzca debido al impacto de asteroides y cometas en la superficie.

Una investigación en curso

Mientras las misiones de la NASA y otras entidades espaciales como la misión del Chandrayaan-3 de India, siguen adelante, el equipo de Hayne estudia cada una de las posibilidades. Afirma que lo importante es concentrarse en el análisis de la «firma química» que dejan todos estos fenómenos. El sulfuro, por ejemplo, es uno de los componentes que puede llegar a explicarlo todo tal y como se ha podido ver en distintas series sobre ciencia. Este elemento está muy presente en el rastro que deja la actividad volcánica y puede ser, por su evaporación, una buena explicación de la presencia del hielo. Pero, de momento, les confunde que la presencia de hielo no sea superior, puesto que resultaría lógico que así fuera.

La buena noticia es que el equipo de Hayne, así como otros científicos en distintas universidades, tienen acceso a los datos que están consiguiendo los vehículos de las misiones que están trabajando sobre la Luna. Esto significa poder acceder a la información y los análisis que realizan máquinas como el orbitador Chandrayaan-1. Les faltaría tener más acceso a las zonas del lado oscuro de la Luna, para lo cual se espera que las misiones futuras aporten nueva información.

Afortunadamente, el objetivo de encontrar los depósitos de hielo en la Luna es muy real y se ha convertido en la prioridad de las distintas agencias espaciales. Tanto es así que, antes de acabar 2023, ya se van a enviar distintas naves y vehículos de exploración con esta intención. También se está preparando la misión Artemis II para finales del próximo año 2024 y hay otras misiones, como la del rover Viper, que se pondrán en marcha próximamente. Con todo ello, viendo el esfuerzo que distintas organizaciones van a poner en la búsqueda del hielo lunar, es obvio que es muy probable que pronto se consigan respuestas a este misterio.

Lograr el éxito en este objetivo es fundamental, puesto que si bien es posible llevar agua a la Luna, los científicos lo consideran un proceso demasiado costoso y poco viable. Si se quiere colonizar este nuevo lugar para habitar en él, la humanidad necesita resolver el misterio del hielo y tener clara la forma en la que pueda acceder a los depósitos.

 

Fuente: adslzone