Se ha abierto la veda para el descubrimiento de agujeros negros. Cada vez se están descubriendo más y de características más variadas. Los especialistas han llegado a un punto en el que están desbordados y son conscientes de que el impulso que ha dado el telescopio James Webb a la exploración espacial ha sido incluso superior a lo que esperaban. Ahora tienen que trabajar con rapidez para entender estos agujeros negros y lo que pueden suponer para el universo.

Mucho más de lo esperado

Dice Rebecca Larson, del Instituto de Tecnología Rochester de Nueva York, que ahora es cuando estamos estudiando partes del universo a las que antes nunca habíamos tenido acceso. Y no lo teníamos porque la tecnología con la que contábamos en su momento no era suficiente. No había forma de analizar, explorar y estudiar tan lejos como ahora. Pero lo que también avisan los especialistas es que no debemos dejarnos llevar por el entusiasmo, porque el viaje solo acaba de comenzar.

La nueva potencia que el James Webb les proporciona a los astrónomos es todavía reciente. Y está abriendo vías de investigación adicionales que obligan a que se reformulen todos los procesos. A más cantidad de datos para analizar, más esfuerzo y tiempo que los investigadores necesitan. Por lo tanto, hay que tener paciencia, puesto que los descubrimientos irán llegando. En lo relacionado con los agujeros negros, hay mucho que descubrir.

Agujeros negros de todos los tamaños

Las características de los agujeros negros son algo fascinante. Hay algunos que son muy brillantes, otros más oscuros, y también se difieren de manera notable en cuanto a su volumen de tamaño. No todos los agujeros negros están a la misma distancia y, en realidad, cada vez estamos descubriendo aquellos que se encuentran en zonas más distantes del universo.

Los científicos quieren entender con precisión qué es lo que provoca que un agujero negro comience a tragarse todo lo que hay a su alrededor. También desean saber más sobre la manera en la que se formaron y en la naturaleza de su presencia en el espacio. Por ahora, hay muchas teorías que pueden responder a algunas de estas dudas. Por ejemplo, algunos astrónomos apuntan a que la formación de los agujeros negros de tamaño descomunal que se han descubierto, algunos de unas proporciones incluso superiores a la del Sol, se produjo debido a un colapso cósmico.

Así, una reacción en cadena habría provocado una serie de explosiones en nubes de gas, estrellas y otros posibles cuerpos, que se combinaron con polvo para acabar convirtiéndose en agujeros negros. Esa sería una de las posibles explicaciones, pero los expertos están abiertos a otras teorías y a profundizar en la existencia de estos cuerpos celestes de una manera más profunda. Uno de los cambios de los que se han beneficiado con el uso del James Webb ha sido que ahora ya no se tienen que limitar a, por ejemplo, encontrar únicamente agujeros negros brillantes.

En el futuro, en el momento en el que se tengan herramientas más potentes que el telescopio que se está usando ahora, sería posible incluso llegar a descubrir y profundizar más en los agujeros negros. Debido a ello, los astrónomos se mantienen optimistas en que, poco a poco, lo irán descubriendo todo. Por ahora, el agujero negro más distancia que se ha llegado a encontrar se encuentra en la galaxia GN-z11. No tan lejano, pero igualmente espectacular, el agujero negro de la galaxia CEERS 1019 sorprende porque tiene una masa que ha crecido hasta un punto increíble. Según los análisis, su masa llegó a crecer hasta 9 millones de veces la del Sol, algo que ocurrió en los primeros cientos de años desde el origen del universo.

Con estos descubrimientos y lo impactante que resulta el estudio de los agujeros negros, los investigadores siguen adelante y esperan poder avanzar en el futuro. Al fin y al cabo, se les va a acumular el trabajo, puesto que, con el James Webb, lo más probable es que se siga dando parte del descubrimiento de más agujeros negros.

 

Fuente: adslzone