Es frecuente que, si preguntas a alguien que vive en una zona de calor seco, se quejen y te digan que su clima es el peor. Pero lo mismo ocurre cuando hablas con aquellas personas que viven en zonas de calor húmedo. Es normal, porque al final, todos odiamos el exceso de calor. Por ello, lo mejor es consultar estudios y análisis de expertos tal y como vamos a contarte a continuación.

Este es el peor de los calores

La ciencia está de acuerdo en cuál es el tipo de calor más molesto y peligroso: el húmedo. No hay duda de ello. Los estudios dedicados a esta materia coinciden en que el calor seco se puede soportar mejor y que son aquellas personas que viven en el húmedo quienes están expuestas a más riesgos y, al mismo tiempo, a sufrir una sensación mucho más incómoda en su día a día.

Y el problema, tal y como se recoge en un estudio realizado por la Universidad de Yale, es que el clima con calor húmedo acaba rápidamente con las distintas iniciativas que las personas pueden llevar a cabo para tratar de reducir los riesgos del calor. Así, por ejemplo, por mucho que se planten árboles y otros tipos de vegetación, la humedad es tan dura y tan agresiva que minimiza todo lo que las plantas puedan ayudar a las personas a sobrevivir a los golpes de calor más intensos. ¿Pero por qué?

El cuerpo humano contra la humedad

La humedad que acompaña el calor húmedo genera, por un lado, una sensación molesta que se siente en la piel prácticamente desde el primer momento en el que sales de casa. Te puedes haber puesto un tipo de ropa u otro, pero lo más probable es que te sientas pegajoso con rapidez. Y el problema de ello es la humedad.

Desde el centro de emergencias médicas de Westchester, en Estados Unidos, se deja claro que el calor húmedo es realmente malo, porque ralentiza la función de tu cuerpo para enfriarse. Recuerda que, cuando hace calor, la reacción de nuestro organismo consiste en la evaporación del sudor que producimos. Eso es lo que hace que te sientas más fresco y que las altísimas temperaturas no sean tan peligrosas. Pero en un clima húmedo, ese proceso de evaporación se vuelve más lento. Y, al ser más lento, significa que la sensación que recibes gracias a la evaporación es inferior, por lo que es algo que se nota al instante.

Si tu cuerpo no evapora el sudor a una velocidad conveniente como sí ocurre con el calor seco, te arriesgas a que tu nivel de temperatura aumente y que eso pueda derivar en situaciones peligrosas. Desgraciadamente, son muchas las personas que han fallecido de un golpe de calor y es mucho más probable que ocurra en entornos de calor húmedo. Por ello, todos los especialistas recomiendan tener mucho cuidado y estar al tanto de los primeros síntomas que se puedan sufrir. Por ejemplo, podrías notar que te mareas un poco o incluso que tu cuerpo está más débil de lo normal. Todo ello son avisos que te está dando tu organismo de que algo no va bien, así que no dudes en buscar ayuda.

Por otra parte, en lo que también hace especial hincapié la ciencia es en no restar importancia a las zonas de calor seco donde podamos residir. Porque el calor húmedo sea peor, no significa que el calor seco no sea peligroso. Piensa que, por lo general, es frecuente que la cantidad de grados que se acumulan en las zonas de calor seco sea superior a las del calor húmedo, por lo que, al final, sigue siendo un entorno de riesgo en el cual no se puede bajar la guardia.

El aspecto positivo es que, el calor seco, se contrarresta muy bien poniéndote a la sombra. Por otra parte, ten en cuenta que hay varios estudios que han demostrado que las altas temperaturas y las olas de calor, ya sean seco o húmedo, provocan un aumento en los crímenes y en los casos de violencia y agresividad. Por ello, mantente siempre muy atento a todo lo que te rodea y, no menos importante, trata de refrescarte en la medida de lo posible.

 

Fuente: adslzone