Se llama Alan Estrada y es posible que su nombre te suene por su famoso canal de YouTube: Alanxelmundo. En él, en el año 2022, contó cuál había sido su experiencia visitando los restos hundidos del Titanic con un submarino exactamente de la misma empresa que está, en las últimas horas, en todos los titulares. Sus palabras y sus vídeos sirven ahora como testimonios de valor a la hora de ver que este tipo de viajes no son nuevos y que no tienen por qué salir mal.

Así fue el viaje de Alan

La situación, en el caso de Alan, fue muy distinta. Es cierto que hubo un primer intento que derivó en la cancelación e la expedición y en su aplazamiento, pero la segunda vez todo salió bien. Comenta que se hizo uso de un amplio protocolo de seguridad y que hubo decenas de profesionales especializados en distintas áreas que trabajaban al unísono con la intención de garantizar que todo saliera bien.

En su experiencia, el viaje no le dejó malas sensaciones y solo habló de algunos encontronazos con los responsables de la empresa OceanGate Expeditions en lo relacionado al material que podía grabar y la forma en la que tenía la capacidad de documentar su viaje. Pero más allá de eso, algo que, en realidad, no afectó nada a la seguridad del viaje, todo salió bien y fue una experiencia de calidad.

Alan comentó que llevó una mochila cargada con agua, comida y la cámara con la que grabaría toda la expedición. Es muy posible que las personas a las que se está intentando localizar tuvieran el mismo tipo de equipaje, sobre todo pensando en si algo llegase a ocurrir. Como el mismo Alan ha reafirmado, el submarino proporciona oxígeno para poder permanecer en el interior 5 días.

Conocía los riesgos

Este famoso youtuber dice que, en todo momento, fue consciente de los riesgos que suponía el viaje. Pero también se considera una experiencia única y, en su caso, decidió afrontar las posibles consecuencias. Firmó una gran cantidad de documentación y no tuvo que pasar ninguna prueba especial, simplemente confirmar que no tenía claustrofobia, puesto que eso, como es lógico, habría supuesto un inconveniente de peso.

Cuenta Alan que, lo cierto, es que en su expedición se produjo el mismo problema técnico que ha ocurrido en la actual desaparecida. Cuando llegaron al punto clave en el que la presión se hace palpable en el cuerpo y la luz desaparece, las comunicaciones entre el submarino y el equipo de superficie se cortaron. Por ello, los responsables del viaje decidieron cancelarlo y activar la alarma de emergencia. Pero un poco después, las comunicaciones se activaron de nuevo y el viaje siguió su curso. Aparentemente, en este caso podría haber pasado algo similar, pero sin que el sistema de comunicación se recupere.

La buena noticia y lo que aporta optimismo adicional es que Alan cree que el submarino ya ha salido a la superficie y que solo tendría que ser localizado. Además, remarca que los responsables de la empresa que organiza estos viajes son muy cuidadosos con todo lo referente a las medidas de seguridad. Aunque considera que la situación es complicada, en sus palabras se aprecia optimismo sobre que todo termine con un final feliz. En su caso solo necesitó unas horas para descender, explorar los restos del Titanic y volver a la superficie, y esto es algo que han repetido muchas otras personas con anterioridad. Por ello no se pierde el optimismo ni la esperanza.

 

Fuente: adslzone