Los virus son parásitos microscópicos responsables de una gran cantidad de enfermedades conocidas, y a menudo mortales, como la gripe, el ébola, el sarampión y el VIH. Están hechos de ADN o ARN encapsulados en una cubierta de proteína y solo pueden sobrevivir y replicarse dentro de un huésped vivo, que podría ser cualquier organismo en la Tierra. Esto significa que ninguna forma de vida está a salvo de la infección por un virus.

Si todos los virus en la Tierra se colocaran uno al lado del otro, se extenderían por 100 millones de años luz, de hecho esto es solo para los conocidos, porque de acuerdo con un informe de Naciones Unidas, aún hay 1,7 millones por descubrir y la mitad de ellos en animales, con el potencial peligro que eventualmente pasen a humanos. Pese a estos números, uno de los grandes enigmas que esconden estos organismos es si pueden considerarse seres vivos o no.

En general, los científicos usan una lista de criterios para determinar si algo está vivo. Por ejemplo, todos los seres vivos tienen células. Los virus, por su parte, no tienen. Tienen una cubierta proteica que protege su material genético (ya sea ADN o ARN). Pero no una membrana celular u otros orgánulos (como ribosomas o mitocondrias) que sí tienen las células.

El uso de la energía es otro parámetro que utilizan los científicos para determinar si  un organismo está vivo o no. Fuera de una célula huésped, los virus no pueden sobrevivir y solo se activan cuando entran en contacto con una célula huésped. Una vez dentro utilizan la energía y las herramientas de la célula huésped y por estos detalles tampoco se los consideraría vivos.

No todo es blanco o negro

Todo parece claro por ahora y apunta a que los virus no pueden considerarse vivos. Pero entonces llegamos a la reproducción. En general, las células se reproducen haciendo una copia de su ADN. A diferencia de estas, los virus no tienen las herramientas para hacer una copia de su ADN. Pero la evolución les ha dotado de un mecanismo para conseguir esta copia: lo hacen insertando su material genético en una célula huésped. Esto hace que la célula haga una copia del ADN del virus, produciendo más virus, es una estrategia de reproducción, aunque no se puede considerar como tal ya que demuestra que los virus no tienen las herramientas para replicar su material genético por sí mismos. Aunque esto hay que ponerlo entre comillas debido a los mimivirus.

Los mimivirus fueron identificados por primera vez en 1992  y forman parte de un género de virus de gran tamaño que infecta amebas. Fue descubierto mientras se estudiaba la legionelosis (una enfermedad causada por la bacteria Legionella) y tiene una particularidad: contiene las herramientas para hacer una copia de su propio ADN. De hecho es capaz de generar sus propias proteínas: codifica 50 que nunca antes habían sido vistas en un virus. Esto sugiere que ciertos tipos de virus pueden estar realmente vivos.

Otro factor polémico es que los seres vivos responden a su entorno. Si los virus realmente responden o no al medio ambiente es un tema de debate. Interactúan con las células que infectan, pero la mayor parte de esto se basa simplemente en la anatomía del virus. Por ejemplo, se unen a los receptores de las células, inyectan su material genético en la célula pero pueden evolucionar con el tiempo. Si bien esta evolución se produce dentro de un organismo, hay quienes sostienen que este es su “ambiente” y al evolucionar demuestran que responden a él.

¿Cuál es la respuesta final?

La realidad es que el debate no está definido. Ni para un lado ni para el otro. Se suele considerar que no están vivos porque no cumplen con la mayoría de las premisas que catalogan a este tipo de seres, pero en otros casos cruzan la frontera y dejan a los científicos con más preguntas que respuestas. A esto hay que sumarle que aún nos quedan muchos, casi dos millones como decíamos antes, por descubrir y entre ellos puede haber alguna sorpresa que aporte una respuesta definitiva. Lo que sí está claro es que se necesita más investigación en este campo, no solo para aclarar la polémica, también para prevenir futuras pandemias: determinar si están vivos o no, nos ayudará a saber la estrategia más eficaz para terminar con ellos.

 

Fuente: adslzone