El programa Artemis tiene la intención de restablecer una presencia humana en la Luna por primera vez desde la misión Apolo 17 en 1972.  Comenzó en 2017 y su primera etapa consistía en lanzar una misión no tripulada para orbitar la Luna. La segunda etapa, la que terminará este año, tiene como objetivo realizar un vuelo orbital tripulado alrededor de nuestro satélite. Y para ello han sido seleccionados cuatro astronautas que se han revelado hoy.

El proceso de selección a lo largo de la historia

La realidad es que este proceso ha cambiado mucho desde los inicios de la carrera espacial. Por ejemplo, en 1959 los primeros astronautas eran personal militar que tenía experiencia en volar aviones a reacción y formación en ingeniería. Obviamente hombres (la posibilidad de una mujer en la misión no estaba contemplada prácticamente ni en la base de operaciones, en tierra) y los candidatos no podían tener una altura superior al metro ochenta para poder entrar en la nave espacial Mercury.

Desde entonces, afortunadamente, mucho ha cambiado. Ya en 1963 la soviética Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en el espacio. En enero de 1978, la NASA anunció la selección de 35 nuevos astronautas, incluidas seis mujeres, para el Programa del transbordador espacial. En respuesta, la Unión Soviética seleccionó en secreto a un grupo de nueve mujeres cosmonautas en 1980. Por su parte la Agencia Espacial Europea (ESA) se sumó en 1985 con la selección de dos mujeres para el proyecto del laboratorio Spacelab-D2: Renate Brummer y Heike Walpot.

A medida que las agencias espaciales aumentaron su exploración se dieron cuenta que la exploración espacial requiere no solo habilidades como piloto, también conocimientos científicos y la capacidad de aplicarlos. En 1964 la NASA comenzó a seleccionar científicos para estos puestos: doctorados en medicina, ingeniería o una ciencia natural como física, química o biología. Actualmente ya no es necesario tener un doctorado, aunque cada agencia tiene requisitos ligeramente diferentes para viajar al espacio.

Diferencias entre la ESA y la Nasa

La Nasa, por ejemplo, busca un perfil con una maestría en un campo STEM (abreviatura de Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas), de una institución acreditada. Pero no basta con tener el diploma: se necesitan al menos dos años de experiencia profesional. ¿Se puede llegar a astronauta sin una maestría? Sí, para la Nasa esto puede reemplazarse por dos años de trabajo para un programa de doctorado en un campo relacionado con STEM.

Los pilotos, por su parte, no necesitan esto y si acreditan al menos 1.000 horas de al mando en aviones a reacción, también son aceptados para el proceso de selección. Obviamente hay que aprobar el examen físico de astronauta de vuelo de larga duración de la NASA, muy similar al de la ESA. De acuerdo con este estudio “se recomienda entrenamiento cardiovascular por lo menos de 3 a 5 días a la semana con una frecuencia cardíaca máxima del 65 al 95 % durante 20 a 60 minutos (carrera, ciclismo, remo, natación o ejercicio elíptico). Se recomienda ejercicio de fuerza 2 a 3 días por semana”.

La Nasa exige ser ciudadano estadounidense y no tiene ningún requisito respecto a otro idioma, aunque suma puntos. Por su parte, la ESA admite candidatos de todos los países asociados a la agencia y también añade el idioma inglés como requisito. La edad límite de la Nasa es de 46 años y la de la ESA es de 50.

Sí, la agencia europea es un poco más laxa en algunos apartados. Por ejemplo, “todos los solicitantes de la vacante de astronauta – se puede leer en su página web – con discapacidades físicas deben presentar un certificado médico emitido en inglés por cualquier médico que indique que, si no fuera por su discapacidad, cumpliría con los requisitos médicos de la Clase 2 (Piloto Privado)”. Otro detalle importante es que para la ESA no hace falta tener una visión 20/20. Desde septiembre de 2007, se permiten los procedimientos quirúrgicos correctivos del ojo siempre que haya pasado al menos 1 año desde la fecha del procedimiento sin efectos secundarios adversos permanentes.

Todo esto es solo para acceder, luego se realizan entrenamientos específicos en los que se evalúa el tiempo que le toma al candidato realizar 30 tareas diferentes, una de ellas es mantenerse en pie en una plataforma móvil mientras se lanza una pelota a un círculo.

¿Qué posibilidades tienes?

El proceso es muy complejo y extenso. La clase de 2013 de la Nasa tuvo más de 6.000 solicitantes y se seleccionaron ocho. En 2017, más de 18. 300 personas se postularon y se aceptaron 11. Una vez dentro y durante dos años, los seleccionados son entrenados en diferentes áreas (físicas, científicas y de ingeniería) para elegir a los cuatro “titulares” que formarán parte de la misión.

Si cumples estos requisitos, cada cuatro años aproximadamente, las agencias convocan a nuevos candidatos. Y la próxima fecha de la ESA será en 2026/2027.  Las carreras más demandadas actualmente para formar parte de los candidatos seleccionados son las de ingeniería, programación, geología, química y astrobiología. También ayuda mucho realizar algún programa dentro de algunas de las agencias, esto da muchos puntos. Para aspirar a estas pasantías debes estar en los dos últimos años de la carrera. Ten en cuenta que no se paga por ellas, aunque sí dan una pequeña ayuda de entre 800 y 500 euros dependiendo de si somos residentes o no del país donde se realice. Los campos en los que puedes llevar a cabo este programa no son solo científicos: recursos humanos, información y hasta legales, también entran.

Mucha suerte.

 

Fuente: adslzone