Antes de entrar en materia, debemos dejar claro qué es un exoplaneta. Se llama «exoplaneta» a aquellos planetas que orbitan alrededor de otras estrellas. Es el caso de la Tierra, al igual que los demás 7 planetas del Sistema Solar. Su nombre suele derivarse de la estrella sobre la que orbitan, aunque también puede ser deberse a su descubridor o la tecnología empleada para ello, entre otras. Se llamen como se llamen, su existencia ha dejado de ser contenido de ficción para convertirse en una realidad.

Los exoplanetas son difíciles de detectar, ya que se encuentran a millones de años luz, por lo que no se emplea un telescopio tradicional, sino se buscan «estrellas tambaleantes» que no orbitan perfectamente, sino con pequeños saltitos. Así podemos deducir que poseen una órbita y mediante las variaciones de esta órbita, confirmar su existencia. Los siguientes 5 son algunos de los más parecidos a la Tierra

Gliese 667CC

Se encuentra a 22 años luz de la Tierra y posee un tamaño aproximadamente 4.5 mayor al de esta. Es un planeta muy esperanzador para los científicos puesto que, aunque sólo orbita durante 28 días (la Tierra lo hace durante 365), posiblemente sea habitable. Gira en torno a una enana roja gélida, por lo que es más fría que la Tierra, y es esto lo que la convierte en potencialmente habitable.

TRAPPIST-1E

Fue descubierto en 2017 y en él recaen parte de las oportunidades para un éxodo planetario. TRAPPIST-1e toma su nombre del sistema solar al que pertenece, el TRAPPIST-1, de los que se diferencia por su núcleo de hierro. Su núcleo está conformado por hierro y ronda entre los 50% y 78% del radio, similar al 55% de la tierra. Esto es vital, ya que un planeta necesita de un núcleo resistente para albergar vida parecida a la Tierra.

Proxima Centauri B

Es el exoplaneta más cercano a la Tierra, ya que «solo» se encuentra a cuatro años luz. Sin embargo, las esperanzas de que sea habitable se difuminan al descubrir que está expuesto a una radiación ultravioleta extremadamente fuerte que mataría cualquier tipo de vida.

Kepler-1649c

Está ubicado a 300 años luz de la Tierra y saltó a la fama en 2020 al reanalizarse los datos tomados por el telescopio espacial Kepler, del que toma el nombre. Posee un tamaño muy parecido a la Tierra, siendo sólo 1,06 veces más grande que esta. Su parecido con el planeta azul no sólo se ciñe a su tamaño, sino que también recibe una cantidad de luz similar desde la estrella sobre la que orbita.

Teergarden’s Star b

La característica más destacable de este ente es que orbita durante apenas 5 días. La estrella sobre la que orbita, la Teergarden’s es una enana roja 10 veces más pequeña que nuestro Sol. La mayor incógnita resulta saber si recibe toda la energía necesaria para la vida, ya que, como hemos mencionado, su estrella no sólo es mucho más pequeña que el Sol, sino también menos masiva.

 

Fuente: adslzone