El horizonte de la Luna y el porqué de su ‘única cara’

Algo importante para responder a ese por qué tiene que ver, en parte, con la que es la atracción gravitatoria de la Luna sobre la Tierra. Esta, a su vez, es la causa de las mareas que observamos en nuestros océanos.

Cuando se formó la Luna, aproximadamente hace 4.500 millones de años, esta giraba en torno a su eje más rápidamente que ahora (y estaba mucho más cerca). La Tierra salía y se ponía sobre el horizonte lunar, y la Luna experimentaba las fuerzas de marea inducidas por la gravedad terrestre.

Algo que se deja evidenciar por su único rostro perceptible. Sin embargo, esto da lugar a un fenómeno; es el que se conoce como acoplamiento gravitacional, y el que nos da la respuesta de esa cara visible de la Luna y al motivo que explica lo que pasa con la que no se ve.

El fenómeno del acoplamiento gravitacional

La mayoría de los planetas del Sistema Solar tienen satélites. Por ejemplo, Marte tiene dos lunas, Júpiter 79 y Neptuno 14. Algunas son heladas, otras rocosas, otras son geológicamente activas, pero también las hay con poca o nula actividad. Pero, ¿qué hay de la Luna y qué tiene que ver?

La pregunta tiene fácil respuesta: la Luna se comporta como una buena pareja de baile que mira continuamente a su acompañante: siempre ofrece la misma cara en dirección a la Tierra. El motivo de la visión ‘única’ de esta cara es porque la Luna tarda exactamente lo mismo en rotar sobre su eje que en orbitar alrededor de la Tierra.

Esto se traduce en un tiempo de algo más de 27 días, y por eso vemos siempre el mismo hemisferio lunar. Es un fenómeno denominado acoplamiento gravitacional. O lo que es lo mismo: su movimiento de rotación y traslación están sincronizados y por eso siempre vemos la misma cara.

Podemos ponerlo en práctica nosotros mismos sin necesidad de viajar al espacio, ni mucho menos: basta con coger un palo con dos papeles de dos colores y hacer rotar el palo a tu alrededor en el mismo tiempo en el que gira sobre sí mismo. Así, si desde el principio podías ver el papel amarillo, el resto del tiempo verás solo el papel amarillo. Es lo que ocurre con el que es el quinto satélite más grande del Sistema Solar.

Qué hay de la cara oculta de la Luna

Pero hay más; ¿qué es lo que pasa con esa cara que no podemos ver? Desde el año 1959 y gracias a una sonda espacial soviética, se pudieron ver fotografías de la misma. Hoy en día contamos con imágenes en alta resolución de la cara oculta por todos los lados, donde se observa que esta tiene más cráteres: ello es porque más expuesta al espacio exterior.

Como tal, el lado visible está formado en un 40% de mares, grandes extensiones de terreno que provienen de una colada volcánica. Sin embargo, en el lado oculto solo hay un 8%. Este es hoy un misterio que reside precisamente en tratar de saber por qué las cortezas son tan diferentes entre ambos lados.

Según las investigaciones de la sonda china del Change 4 en 2019, el acoplamiento podría haber influido: «Cuando la Tierra y la Luna se formaron estaban prácticamente incandescentes. El satélite, al ser más pequeño, se enfrió rápido pero nuestro planeta siguió emitiendo calor. En aquel momento ya debía tener la órbita acoplada y ese calor fue el que impidió que se formase una corteza más gruesa en lado visible», se explicó.

 

Fuente: adslzone