El planeta rojo lleva siendo años objeto de estudio por parte de los científicos. La carrera espacial por llegar a Marte está abierta y mientras tanto, algunos estudios debaten sobre la existencia de lagos subterráneos en los casquetes polares de Marte. Por el momento tenemos que conformarnos con descubrir Marte desde la Tierra a través de series de ciencia ficción, películas, documentales y la gran labor de investigación realizada por científicos de todo el mundo.

Evidencias en 2018 y 2020

En 2018 un grupo de investigadores italianos dieron a conocer en la revista Science que el radar de la nave Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) había detectado una superficie reflectante con una extensión de 20 km de largo a un kilómetro y medio de profundidad en el polo sur de Marte.

Estos investigadores creyeron que era la señal de una enorme reserva de agua líquida con cierto parecido a los lagos subglaciares que tiene el planeta Tierra en las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. Una noticia que no tardó en aparecer en todos los medios de comunicación. El agua, aseguraban que permanecía en estado líquido a pesar de las bajas temperaturas, unos -68 grados Celsius habituales en Marte. A su vez, otro estudio apuntaba a que el agua podría estar siendo calentada por una cámara de magma subterránea. Dos años más tarde, según los datos del instrumento de radar Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding (MARSIS) los investigadores encontraron tres nuevos lagos subterráneos.

Los científicos no se ponen de acuerdo

Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo con estas evidencias sobre la posibilidad de que existan lagos subterráneos en Marte. Un investigador descubrió que los reflejos captados por el radar eran comunes en esa región marciana. Conclusión a la que se le sumó la idea de que los depósitos de arcillas minerales que contienen metales y hielo salino podrían generar señales similares. A esto también hay que añadirle que también se probó la hipótesis de la arcilla en el laboratorio al verificar los reflejos de radar de muestras de arcilla congelada. En este caso, las conclusiones apuntaban a que coincidían estrechamente con las señales de Mars Express.

Por si fuera poco, recientemente dos estudios se han sumado al debate. El primero, publicado en la revista Earth and Planetary Sciences Letters se centró en examinar las sales que se cree que evitan que el agua se congele y estudió cómo responden al radar. El equipo de investigadores creó salmueras de percloratos y cloruros sometiéndolas a una cámara que simulaba la presión y la temperatura de Marte.

Las conclusiones de dicho estudio evidenciaron que estas salmueras producen la misma señal detectada por el radar. “Puede que no sean lagos profundos, dijeron los investigadores, pero las salmueras podrían estar saturadas entre granos de hielo o tierra”.

Por otro lado, un estudio dirigido desde la Universidad de Texas en Austin publicado en la revista Geophysical Research Letters afirma que “el agua líquida detectada bajo el casquete polar del sur de Marte por el radar de la misión Mar Express, es más probable que sea roca volcánica enterrada bajo el hielo”.

“Para que el agua se mantenga tan cerca de la superficie, se necesita tanto un ambiente muy salado como una fuerte fuente de calor generada localmente, pero eso no coincide con lo que conocemos de esa región”, argumenta Cyril Grima, científico planetario del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas. En definitiva, los científicos tendrán que seguir investigando para esclarecer si verdaderamente hay lagos subterráneos en Marte.

 

Fuente: New Atlas | adslzone