La mayoría de dispositivos actuales cuentan con puertos Ethernet Gigabit. Estos conectores han sido los más utilizados en la última década en ordenadores de sobremesa y portátiles. Incluso hay portátiles antiguos con puertos Ethernet 100M, y la mayoría de Smart TV (incluso las 4K), equipan sólo puertos Ethernet 100M. Sólo las 8K y algunos modelos de más alta gama equipan Ethernet Gigabit.

Ethernet Cat.6 o superior: necesario para más de 1 Gbps

Por ello, lo primero es saber si vas a poder disfrutar de una velocidad de 10 Gbps por cable. Si no tienes ningún dispositivo compatible en casa, no hace falta que contrates esa velocidad, a no ser que, por ejemplo, haya varias personas en la casa sacándole todo el rendimiento a esos puertos. Por ejemplo, si hay cuatro ordenadores descargando sin parar en casa con puertos Ethernet Gigabit, entonces sí que merecerá la pena contratar 10 Gbps.

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Más allá de eso, para sacarle el máximo partido a una conexión de este tipo con un único dispositivo es necesario contar con un puerto Ethernet 10G. La mayoría de placas base del mercado sólo tienen Ethernet Gigabit o Ethernet 2.5G, aunque en la gama más alta es cada vez más común encontrarse Ethernet 10G. Si tu ordenador no la tiene, siempre puedes añadir una tarjeta de red PCIe por 80 euros.

En cuanto a cables, si tienes uno Cat.5e o menor, te va a tocar cambiarlo. El tipo de cable suele venir escrito en el plástico que recubre los cables, por lo que es muy sencillo identificarlo. Para una conexión de más de 1 Gbps, es imprescindible tener un cable Cat.6 o superior. Estos cables están preparados para ofrecer una mejor estabilidad en la señal, con una separación interna entre los cuatro pares trenzados que hay dentro de cada cable Ethernet mediante un plástico. Además, los cables de cobre que se usan en el interior son más gruesos.

Cat.6: hasta 55 metros de cable para 10 Gbps

Con cables Ethernet Cat.6, podemos alcanzar distancias de hasta 55 metros si tenemos diafonía favorable. En el caso de que la diafonía no sea favorable, sólo podremos utilizar cables de hasta 37 metros para disfrutar de los 10 Gbps. Si queremos garantizar que no vamos a tener problemas de velocidad en ninguna distancia, entonces tendremos que usar un cable Cat.6ª, que ofrecen 10 Gbps a distancias de hasta 100 metros.

Utilizar cables es la mejor opción para disfrutar de una señal estable y rápida. Con el WiFi 6 es posible alcanzar velocidades reales de entre 1,5 y 2 Gbps, lo cual puede ser más que suficiente para un ordenador normal y corriente. Además, para descargar a máxima velocidad (en torno a 1 GB/s), es necesario contar con una unidad SSD NVMe, ya que un disco duro o un SSD SATA no llegan a alcanzar esas velocidades de escritura ni lectura.

 

Fuente: adslzone