Un poco de historia de las tarjetas SD

El estándar de las tarjetas SD nos remonta al año 1999, momento en el que fue lanzado después de un gran trabajo por parte de compañías como SanDisk, Panasonic o Toshiba, que son las responsables del desarrollo de este estándar que corre a cargo de la SD Association (SDA). Un estándar que surge como evolución a las tarjetas MMC.

Los primeros modelos ofrecían capacidades de 16MB y poco a poco fueron subiendo hasta los 32 MB o 64 MB. Posteriormente, aproximadamente en el año 2003, salió a la luz un nuevo formato más compacto, las miniSD, sin embargo, no tuvo gran acogida y poco más tarde llegaron tarjetas en formato T-Flash, TF, TransFlash o microSD.

microSD

Al final el estándar microSD fue aprobado a mediados del año 2005 y sus capacidades iniciales fueron 32, 64 y 120 MB. Pero poco hubo que esperar a que llegasen los formatos SDHC y SDXC que ampliaban las capacidades de almacenamiento y la velocidad de lectura y escritura. Desde entonces su evolución no ha parado y se han ido adaptando al tiempo tecnológico en que vivimos y las necesidades de los dispositivos donde más utilizamos este tipo de tarjetas.

Qué es una microSD

Es lo mismo que una tarjeta SD pero cambia su formato, ya que es de un tamaño más reducido. Teniendo en cuenta que SD son las siglas de Secure Digital, un formato de tarjetas de memoria pensado para dispositivos portátiles y que a día de hoy es el más utilizado, una tarjeta microSD nos permite guardar información de forma segura en los dispositivos que las contienen, móviles, tablets, gadgets, cámaras, etc.

Una de las características que hacen que se diferencien las diferentes tarjetas con formato SD son sus medidas. De esta forma podemos clasificarlas como:

  • Tarjetas SD: Tienen un tamaño de 32mm de alto x 24mm de ancho y 21 mm de grosor con un peso que ronda los 2 gr.
  • Tarjetas miniSD: Su tamaño es de 21,5mm de alto x 20 mm de ancho y 14 mm de grosor, por lo que el peso se reduce hasta los 0,8 gramos aproximadamente.
  • Tarjetas microSD: Son las más pequeñas con un tamaño de 15mm de alto, 11 mm de ancho y 10 mm de grosor y un peso de tan solo 0,3 gr.

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Las tarjetas SD fueron las que primero se lanzaron al mercado y las que se utilizan principalmente en cámaras de foto y vídeo y en ordenadores. Por su parte, el formato más popularizado a día de hoy es el microSD, ya que es el que se usa para ampliar la capacidad de almacenamiento de nuestros teléfonos móviles y tablets. Por último, el miniSD es el menos utilizado, no llegó a explotar y a día de hoy resulta difícil encontrar tarjetas en este formato y dispositivos que las utilicen.

En el caso de los teléfonos móviles y tablets, la posibilidad de añadir una tarjeta de memoria, hace que podamos ampliar fácilmente la capacidad interna del dispositivo, pudiendo almacenar datos o incluso instalar ciertas aplicaciones en el espacio de la propia tarjeta.

Clases y formatos

Formatos

Aunque en sus inicios las tarjetas microSD ofrecían una capacidad de 16MB, lo cierto es que con el paso del tiempo y el avance de las tecnologías, han ido apareciendo nuevos formatos que ofrecen capacidades mucho mayores y más adaptadas al día de hoy. Estos formatos, además de ofrecer mayores tamaños de almacenamiento, también cuentan con diferentes velocidades como podemos ver a continuación:

  • SD: Ofrece capacidades entre 1MB y 4GB y velocidades máximas de 25 MB/s
  • SDHC (Secure Digital High Capacity): Capacidad de hasta 32GB y velocidades hasta 104 MB/s
  • SDXC (Secure Digital eXtended Capacity): El más reciente, ofrece una capacidad de hasta 2TB y una velocidad superior a 300 MB/s

Clases y velocidades soportadas

En función de la velocidad que nos garantizan, podemos diferenciar las tarjetas microSD en diferentes clases:

  • Clase 2: velocidad mínima 2 MB/s
  • Clase 4: velocidad mínima 4 MB/s
  • Clase 6: Velocidad mínima 6 MB/s
  • Clase 10: Velocidad mínima 10 MB/s

Existen otras clases especiales para vídeo o Video Speed Class:

  • V6: Velocidad mínima 6 MB/s para vídeos en definición estándar
  • V10: Velocidad mínima 10 MB/s para vídeos en definición estándar
  • V30: Velocidad mínima 30 MB/s para vídeos 1080p o Full HD
  • V60: Velocidad mínima 60 MB/s para vídeos 4K
  • V90: Velocidad mínima 90 MB/s para vídeos 8K

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Hay también dos clases especiales presentadas por la SD Association desde hace tiempo y que se llaman A1 y A2. Dos estándares pensados para los smartphones de hoy en día, ya que están optimizados para ejecutar aplicaciones.

  • A1: ofrece una velocidad mínima de 10 MB/s
  • A2: garantiza esa misma velocidad mínima pero más velocidad de escritura y lectura aleatoria con respecto a A1.

Tipos de BUS UHS

Los formatos micro SDHC y micro SDXC cuentan con un bus de datos UHS (Ultra High Speed o Ulta Alta Velocidad), lo que permite escribir y leer información a gran velocidad. Como podemos ver en las clases enumeradas anteriormente, hay tres tipos de bus UHS, UHS I, UHS II y UHS III. En este caso, el número que acompaña a las sigas UHS diferencia un tipo del otro en la cantidad de ancho de banda que es capaz de procesar cada bus. O dicho de otra manera, la velocidad máxima de lectura y escritura que soporta. Dicho esto, hay que saber que la velocidad máxima de cada bus es de 104 MB/s, 312 MB/s y 624 MB/s respectivamente.

  • UHS-I Clase 1 o U1 (Ultra High Speed): velocidad mínima 10 MB/s
  • UHS-I Clase 3 o U3 (Ultra High Speed): velocidad mínima 30 MB/s
  • UHS-II aprobado en el estándar 4.0 con una velocidad teórica de hasta 312 MB/s
  • UHS-III aprobado en el estándar 6.0 hasta 624 MB/s

Capacidad en función del uso que le vayamos a dar

Además del tipo, formato y velocidades, uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar una tarjeta microSD es el tamaño de almacenamiento que nos ofrece. Son muchos los que pueden optar por comprar una tarjeta de mayor capacidad por algo más de dinero sin verificar previamente si el dispositivo en el que la van a utilizar soporta tarjetas de dicho tamaño.

Por lo tanto, antes de nada es recomendable revisar el manual o especificaciones de nuestro dispositivo para saber el tamaño máximo de tarjeta que soporta. De esta forma, tendremos clara la capacidad máxima que debe tener la tarjeta que buscamos.

Si somos de los que acumulamos un montón de fotos y queremos una tarjeta de este tipo para tener todas las fotos guardadas que hacemos desde nuestro móvil o vamos a hacer uso de ella en una cámara de fotos digital, debemos tener en cuenta que el número de fotografías que vamos a poder almacenar depende de la calidad de las mismas.

A continuación, mostramos una tabla elaborada por el famoso fabricante SanDisk que muestra la cantidad de imágenes que podremos almacenar en una tarjeta SD en función de la capacidad de la misma y la resolución de nuestra cámara. Con lo cual, nos podemos hacer una idea para una tarjeta microSD de estas capacidades.

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Por ejemplo, podemos ver que para una cámara de 16 megapíxeles que genera imágenes de 7MB aproximadamente, estas serían las cantidades de fotos que podríamos guardar según la capacidad de la tarjeta:

  • 2GB – 250 imágenes
  • 4GB – 500 imágenes
  • 8GB – 1000 imágenes
  • 16GB – 2000 imágenes
  • 32GB – 4000 imágenes
  • 64GB – 8000 imágenes
  • 128GB – 16000 imágenes

¿En qué debemos fijarnos a la hora de comprar una tarjeta microSD?

Como hemos podido comprobar, son muchas las siglas que nos pueden aparecer en una tarjeta microSD o en sus especificaciones, por lo tanto, es importante saber lo que significa cada una de ellas para saber bien lo que estamos comprando y poder comparar unos u otros modelos de los distintos fabricantes. En resumen, esto es lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir una tarjeta para nuestro dispositivo:

  • Tipo de tarjeta y tamaño: basta con fijarnos en la ranura o espacio reservado en el dispositivo para alojar dicha tarjeta para saber las dimensiones de la misma. No obstante, podemos revisar las especificaciones del dispositivo para asegurarnos el tipo de tarjeta que necesitamos.
  • Capacidad de almacenamiento máximo: En este sentido, también debemos fijarnos bien en las especificaciones de nuestro dispositivo para conocer el límite de tamaño soportado y no caer en el error de comprar una tarjeta con gran espacio de almacenamiento y que no sea compatible con el dispositivo donde la vamos a utilizar. También es importante saber la cantidad de imágenes o vídeos que vamos a querer guardar y el tamaño medio de los mismos para calcular el tamaño que mejor se adapta a nuestras necesidades y presupuesto.
  • Velocidad de lectura y escritura: Ni que decir tiene que cuenta mayor velocidad de lectura y escritura nos ofrezca una tarjeta microSD, mejor será la experiencia de uso, ya que nos permitirá visualizar la información guardada en ella y guardar nuevos archivos con la mayor rapidez posible. Eso sí, también es conveniente pararnos a pensar un instante el uso que le vamos a dar, si únicamente es para guardar fotos, si lo que queremos es almacenar o grabar vídeo, instalar apps y ejecutarlas desde la propia app, etc. Además, conviene revisar también las especificaciones del dispositivo para saber si vamos a poder sacar el máximo partido a la velocidad que nos ofrece la propia tarjeta.
  • Otras capacidades añadidas: Algunas tarjetas de memoria incluyen conexión WiFi, lo cual permite pasar fotos o archivos de la tarjeta al ordenador sin necesidad de andar sacando la tarjeta del dispositivo y conectándola al ordenador por cable. Si es algo que nos va a resultar útil en nuestro día a día, entonces también es interesante que nos fijemos en este tipo de capacidades.

Fuente: adslzone