La clave en un ordenador montado por componentes está en la placa base. Es el componente de hardware básico y esencial. Para que el ordenador empiece a funcionar sería suficiente con alimentación –energía, a través de la fuente de alimentación-, placa base, CPU y al menos un módulo de memoria RAM. Con este conjunto ya podemos acceder a la BIOS, sin tener que haber instalado si quiera un HDD o SSD, disquetera, tarjeta gráfica, módulo de conectividad y el resto de componentes de hardware. Algo que nos interesa saber para, por ejemplo, hacer una primera comprobación de funcionamiento antes de terminar la instalación.

bios

La BIOS: el primer programa que se ejecuta y el gestor de arranque

El primer software que se ejecuta en un ordenador es la BIOS, que forma parte de la propia placa base. Y es la que contiene las directrices básicas para el arranque del ordenador, porque incluye el gestor de arranque. Entonces, en la BIOS es donde vamos a empezar todo esto, porque ahí es donde podemos configurar la unidad de arranque.

Para entrar en la BIOS necesitamos tener conectado el teclado, porque habrá que pulsar una tecla de forma repetida desde que presionemos el botón de encendido del ordenador. Lo habitual es que sea la tecla Suprimir, pero tendremos que consultar las particularidades de nuestra placa base y su BIOS para saber qué tecla debemos pulsar. Una vez hecho esto arrancará la BIOS, y dentro de la misma encontraremos todo tipo de configuración para el hardwarerecién instalado, pero lo que nos interesa es ir al gestor de arranque, a las opciones que aparecerán bajo la sección Boot –‘arranque’-.

usb-booteable

Crear una unidad de arranque con el sistema operativo

Crear una unidad de arranque es tan sencillo como descargar el sistema operativo, normalmente en forma de archivo ISO, y utilizar una aplicación dedicado a ello. Vamos a necesitar un pendrive, una unidad de almacenamiento externo tipo disco duro, o bien un DVD. Lo importante es que sea de 8 GB o más, en función del sistema operativo.

Lo que hará la aplicación que escojamos –porque son muchas las disponibles-es descomprimir los ficheros del archivo ISO en el pendrive y crear un archivo específico con las instrucciones de arranque del instalador de software. Es decir, colocará los archivos de la instalación, y creará un archivo de instrucciones para indicarle al ordenador ‘dónde buscar’ lo que necesita a cada momento, para avanzar en la instalación del sistema operativo que hayamos escogido, y reconocer el hardware, etcétera.

bios-priority Configurar una unidad de arranque del sistema

Pero una vez que tengamos el pendrive de arranque, o cualquier otra unidad de arranque, entonces es cuando tendremos que entrar en la BIOS y buscar la opción Boot Priority, o similar. Aquí es donde vamos a indicarle a la BIOS desde qué unidad queremos que arranque el ordenador. Y evidentemente, la unidad que vamos a seleccionar es la memoria externa en que estén preparados los archivos de instalación del sistema operativo en forma de ejecutable automatizado. Si es un pendrive, entonces seleccionaremos el pendrive. Pero quizá dé problemas, si está deshabilitado el arranque desde ‘floppy devices’, unidades externas.

Después de haber ajustado la BIOS de esta forma, y de haber guardado la nueva configuración, ya podremos apagar el ordenador y volver a encenderlo. Si hemos hecho todo de forma correcta, lo primero que veremos en pantalla –tras el log de la BIOS, probablemente, y su logotipo o información- será el logotipo de carga del propio sistema operativo. Se estará abriendo el instalador del sistema operativo en cuestión, y tendremos que proceder paso por paso como en la instalación de cualquier paso o programa.

Y después, ajusta de nuevo el disco duro (o SSD) como unidad de arranque

El único punto clave de la instalación anterior está en que tendremos que seleccionar una unidad de instalación del sistema operativo. Lo normal es que sea un disco duro interno o un SSD también interno. Sea lo que sea, lo que tendremos que hacer es volver a la BIOS una vez que se complete la instalación del sistema operativo y en las opciones de arranque –la misma sección de antes- seleccionar el disco duro en cuestión como unidad primaria de arranque.

Cuando hayamos hecho esto, la BIOS ya sabrá que el disco duro, o la unidad de estado sólido, es la unidad de almacenamiento que debe utilizar para el primer arranque. Y estando allí instalado el sistema operativo que hayamos escogido, ya tendremos todo correctamente ajustado para que inicie de forma regular en el siguiente arranque.

 

Fuente: adslzone