El agua no se lleva bien con los componentes electrónicos

El agua que tenemos a nuestro alcance contiene minerales y electrolitos (como la sal) disueltos. Mientras que el agua destilada es un muy mal conductor de la electricidad, en cuando se le añaden sustancias como sal o cloro, se convierte en un excelente conductor.

Los componentes electrónicos operan dentro de un rango determinado de electricidad. En el caso de que la corriente que pasa por un chip, una resistencia, o un condensador supere su rango de operación, lo más probable es que se rompa. Al romperse pueden pasar varias cosas: que salte una chispa, que se derrita, que explote, o que simplemente deje de funcionar.

El agua de por sí no hace daño en un punto concreto del circuito. Lo que sí hace daño es el puente que el agua ayuda a crear entre, por ejemplo, dos puntos de soldadura. Con esto, una parte que no debe recibir una determinada cantidad de electricidad, la recibe porque el agua está actuando como puente conductor entre ambos, lo cual suele resultar en un cortocircuito. A gran escala, derramando por ejemplo una botella de agua en una placa base, os podéis imaginar el estropicio que puede llegar a ocasionar haciendo cientos de conexiones que no deberían hacerse.

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Este daño se produce cuando el dispositivo está encendido. Si lo apagamos con la mayor rapidez posible podemos reducir significativamente el daño. En el caso de que mojemos un dispositivo que está apagado, si éste se seca con rapidez (unas horas a lo sumo), el daño puede llegar a ser inexistente.

La corrosión: el enemigo a largo plazo de los componentes electrónicos

El problema de mojar un dispositivo a largo plazo es la corrosión que genera el agua (un metal, al oxidarse, puede romperse o perder capacidades, como ocurre con las señales de tráfico en zonas costeras), o los minerales que puede dejar al secarse. Por ello, si esperamos a que se seque, podemos darle con algún soplador a presión para eliminar restos de minerales que hayan podido quedar encima haciendo contactos indeseados. Si vas a encender un dispositivo que se ha mojado, asegúrate de que no queda ni rastro de agua o humedad.

Esta es la razón por la que siempre que estéis instalando componentes en una placa base, lo mejor es hacerlo con ésta colocada correctamente en la caja del PC y bien atornillada en su posición final, o sobre el propio envoltorio antiestático que incluye, ya que si por ejemplo la ponemos encima de una alfombra podemos cortocircuitar la placa.

Para hacer impermeables placas base o móviles existen geles o sprays hidrófugos, los cuales repelen el agua y también ayudan a proteger del óxido tus dispositivos. Esto podría mejorar la impermeabilización de los componentes de, por ejemplo, los móviles, pero también aumenta los costes de fabricación.

 

Fuente: adslzone