Tipos de reinicio

Reiniciar un ordenador arregla casi siempre todos los problemas puntuales que podamos tener. Ya sea un error de driver, una fuga de memoria, o un simple cuelgue del ordenador, todo se puede arreglar con un simple reinicio, ya que todo vuelve a cargar desde cero. Para reiniciar un ordenador, encontramos dos maneras de hacerlo:

El primero es soft reboot. Éste se realiza por software, y en él ordenador se apaga y se vuelve a encender sin cortar el suministro eléctrico. Este se suele realizar a través de la opción de reiniciar en el sistema operativo (Menú de Inicio – Botón de apagado – Reiniciar). En este proceso, el sistema operativo apagar todas las aplicaciones y procesos abiertos, y una vez lo ha hecho, manda una señal de reinicio a la placa base. Una vez la placa base reinicia todos los componentes, se ejecuta nuevamente la secuencia de inicio normal.

El segundo tipo es un hard reboot. Éste se realiza dejando pulsado el botón de apagado del ordenador, el cual corta el suministro de electricidad a la placa base, causando que todos los componentes se apaguen. Cuando sueltas el botón, la electricidad vuelve a fluir por los componentes básicos del ordenador, pudiendo volver a hacer una secuencia de inicio normal si pulsamos el botón de encendido.

¿Puede dañar tu PC reiniciarlo a lo bestia dejando pulsado el botón de apagado?

En general, reiniciar tu ordenador no suele dañar tu ordenador, ni a nivel de software ni a nivel de hardware. Aun así, hay que tener en cuenta un par de factores.

Si reinicias el ordenador (aunque sea un soft reboot) mientras está actualizándose el sistema operativo, la instalación puede quedar dañada, teniendo que recurrir a un punto de restauración para volver a recuperar el ordenador tal y como estaba. Otro momento en el que puedes estropear tu ordenador al iniciar es si has cogido un tipo de virus que se ejecute al arranque del sistema operativo. Muchos virus generan un pantallazo azul o un fallo que te obligue a reiniciar el ordenador, ejecutándose el virus junto con el sistema operativo. Esto se aplica también a los hard reboots.

Estos hard reboots tienen muy poco riesgo de dañar nuestro ordenador. Cuando se ejecutan, se corta el suministro de electricidad, no llegando nunca la señal de apagado al sistema operativo. Por ello, no se realiza ningún proceso de software de apagado, como el cierre de aplicaciones, limpieza de archivos del sistema, registros, tareas de mantenimiento, etc. Ninguna de esas tareas es vital para el sistema operativo, por lo que no pasa nada si no se ejecutan una vez.

El único momento en el que se puede llegar a dañar algo es si se está escribiendo información en el disco duro. Si se estaba modificando ese archivo, probablemente éste quedará corrupto. Por suerte, estos hard reboots suelen realizarse cuando el ordenador está colgado, por lo que raramente vamos a dañar algún archivo. Si tienes miedo a perder datos, siempre puedes instalar un SAI para evitarlos en el caso de que se vaya la luz.

 

Fuente: MakeUseOf | adslzone