El teléfono empezó a implantarse en el año 1878. Esta gran revolución de la comunicación tenía muchísimas ventajas con respecto a la manera de comunicarse de la época. Pero había un problema muy complejo al que se enfrentaban: la ausencia de infraestructuras.

Hoy en día tenemos una gran infraestructura. Gracias a avances como los cables de fibra óptica submarinos, podemos comunicarnos con Estados Unidos con tan solo alrededor de 100 ms de retraso. Las comunicaciones son casi inmediatas.

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Esto no era así en 1878. Apenas estaba empezando a implantarse la energía eléctrica, y las redes de comunicación de cobre eran escasas. Es por ello que el teléfono fue la tecnología de comunicación que más tiempo ha tardado en implantarse en los últimos 3 siglos. Hubo que crear toda una infraestructura de cableado de cobre para poder transmitir la información, y es por ello que el teléfono tardó 75 años en alcanzar los 100 millones de usuarios en todo el mundo.

Internet habría tardado un tiempo menor, pero también elevado, de no haber podido aprovechar las infraestructuras telefónicas. Desde su creación en 1990, tardó 8 años en alcanzar los 100 millones de usuarios en todo el mundo, la mayor parte de los cuales se encontraban en Estados Unidos en aquel entonces.

El teléfono móvil fue lanzado al mercado en 1979, y tardó 16 años en alcanzar los 100 millones de usuarios, de los cuales la mayor parte estaban en Estados Unidos. Nuevamente, hubo que crear una infraestructura de antenas, aunque era un proceso más sencillo debido a que ya estaban disponible las de las líneas de telefonía fija, y sólo había que engancharlas a la red. Además, la base de usuarios era mayor.

Una vez está creada la infraestructura de comunicaciones, los servicios los tienen relativamente sencillo para llegar a los usuarios. iTunes tardó 6 años en alcanzar los 100 millones de usuarios, Facebook 4 años, y WhatsApp tan solo 3. Instagram tardó 2 años, y, por último, Candy Crush tardó tan solo 15 meses. En cuanto hay una base de usuarios a la que hacer llegar un servicio, y los dispositivos son compatibles, el software tarda muchísimo menos en expandirse.

Por tanto, lo que necesita un servicio para funcionar y que se adapte rápidamente se puede resumir en tres cosas: una infraestructurauna base de usuarios a la que le cueste lo menos posible adoptar el nuevo servicio, y una necesidad que necesite ser satisfecha.

 

Fuente: adslzone