Junto a la variedad de opciones en el mercado, tenemos usuarios que demandan distintos tipos de pantallas. Vamos a resumir las características en las que tenemos que fijarnos para elegir un monitor.

La resolución, clave

Para elegir un monitor, primero debemos analizar para qué lo vamos a usar. Si vamos a consumir la mayor parte del contenido multimedia en, como mucho, Full HD, no nos interesaría irnos al 4K. Pero, si vamos a jugar, la cosa cambia, y vamos a tener que tener en cuenta también la potencia de nuestro ordenador.

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Vamos a centrarnos en las 4 resoluciones más populares para analizar esto.

  • 1920×1080: El Full HD es la más conocida y estandarizada, y es la resolución en la que está disponible la mayor parte del contenido multimedia en YouTube, películas y series. Con un ordenador de gama media (600 euros), podremos jugar a juegos con suficiente soltura, superior a los 60 fps.
  • 2560×1440: También conocida como 2K, es un paso superior al 1080p, y nos muestra una resolución 1.77 veces superior al Full HD. Para jugar con fluidez en estos monitores, es necesario un PC de gama alta (800 euros), con una GTX 970 como mínimo si queremos jugar en calidad alta, o preferiblemente una gráfica con más VRAM para manejar mejor las elevadas resoluciones.
  • 2560×1080: Estas pantallas de proporción 21:9 son más anchas que las de 16:9, y son muy buenas para edición de vídeo o uso ofimático si no queremos depender de más de un monitor. También ofrecen un campo de visión amplio para videojuegos.
  • 3840×2160: El famoso 4K. Estos monitores ofrecen una resolución 4 veces superior al Full HD, con la consecuente mejora de calidad visual, y mejora en la distancia de visualización en el caso de los videojuegos. El asunto es que, para jugar a 4 veces más resolución, hace falta más o menos 4 veces mayor potencia. Si tenemos un monitor Full HD para jugar a 60 fps un videojuego, y tenemos equipada una GTX 970, necesitaríamos una tarjeta 4 veces más potente para ello, o un SLI de tarjetas ligeramente más potentes. La 1070 es solamente un 60% más potente que la 970, por lo que aún queda lejos usar monitores 4K para jugar si queremos unos gráficos de calidad, o si no tenemos dinero para un ordenador de 2000 euros. En cuanto a contenido multimedia, No son mayoría los vídeos que encontramos en YouTube a esta resolución. Para películas, tenemos Netflix, y Blu-Rays 4K, con lectores que se están comercializando ya este año. Por ello, al 4K le quedan muchos años para estandarizarse, así que, si no planteas comprar un monitor hasta dentro de 5 años, con 1080p puedes tener suficiente.

¿Cuántas pulgadas?

El segundo factor a analizar es el tamaño de la pantalla y la distancia a la que lo vayamos a usar. 24 pulgadas es el mínimo hoy en día para una distancia aproximada de unos 40 centímetros. Para una pantalla de 1080p, deja unos 91 ppi (puntos por pulgada).

También tenemos pantallas de 27 pulgadas. Algunas vienen con 1080p de resolución, pero también es el tamaño mínimo en el que se implantan resoluciones como 2K y 4K. Comparando ppi en una pantalla de 27 pulgadas nos quedaría:

  • 1920×1080: 81.6 ppi
  • 2560×1440: 108.8 ppi
  • 3840×2160: 163.18 ppi

Podemos comprobar que el 4K nos ofrece cuatro veces más resolución con respecto al Full HD, pero sólo el doble de puntos por pulgada. Por ello, aunque la mejora de calidad es notable, no es especialmente vital. Sobre todo, si lo comparamos con la ganancia de fluidez con un monitor de más hertzios, como veremos a continuación.

Hertzios y FPS

Por último, estos factores son también clave a la hora de elegir una pantalla. Los hertzios son la frecuencia con la que se actualiza la pantalla. Cuanto mayor sea el número, mayor cantidad de imágenes por segundo estará mostrando la pantalla, con lo que aumenta la fluidez. Actualmente, con una pantalla de 60 Hz, que suelen ser la mayoría, tendremos más que suficiente para tener una buena experiencia, tanto en videos en YouTube como en videojuegos. En Youtube nos encontramos cada vez más contenido a 60 fps (aumento mayor que el contenido en 4K), y en los videojuegos 60 fps es el mínimo que exigimos a un ordenador para una experiencia de juego satisfactoria. Hay monitores de 144 hertzios, cuya diferencia es como de 60 a 30 fps, y por precios no muy superiores a los de 60 hertzios. Recuerda que, cuantos más fps necesites, mayor potencia tendrá que tener tu ordenador.

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Con respecto a la tasa de refresco, hay monitores con tecnologías G-Sync o FreeSync, de NVIDIA y AMD, respectivamente, que sincronizan los fotogramas para que no se superpongan entre sí. Al comprar un monitor, comprueba cuál es tu tarjeta gráfica, y si es compatible con estas tecnologías para disfrutar de una mejor experiencia jugando.

En resumen, lo más eficiente actualmente es comprar un monitor 1080p, 144 hertzios si vas a jugar, y de 24 o 27 pulgadas en función de la distancia de uso. El 4K empezará a ser un estándar cuando las conexiones de fibra óptica lo sean en España. Mientras no mejoren las fuentes de donde obtener contenido en 4K, ni la potencia de los ordenadores para jugar a juegos en esa calidad, seguiremos con el Full HD, o el 2K si podemos estirarnos un poco más.

 

Fuente: adslzone