La semana pasada, Movistar presentaba el Plan Estratégico de la compañía para los próximos tres años. En él, se anunciaba que los próximos esfuerzos de la compañía pasan por dejar de operar con redes 2G y 3G entre el año 2026 y el 2027, para seguir desarrollando y ofreciendo mayor cobertura en sus redes más avanzadas: 4G y 5G. Así lo anunció José María Álvarez Pallete, actual presidente de la compañía.

La operadora azul ya llevaba un tiempo realizando el apagado del 3G en España, con el año 2025 como fecha objetivo para que todas las antenas que todavía utilizaban esta red fueran configuradas para operar con redes de nueva generación. Sin embargo, todavía no se podía realizar lo propio con las redes 2G por imperativo europeo en materia de seguridad. Los últimos cambios aprobados por la Unión Europea han creado el escenario perfecto para que la multinacional española comience, ahora sí, el apagado de todas las redes 2G y centre sus recursos en las redes de última generación.

El impacto en la seguridad

Actualmente, no son muchos los dispositivos de nuestro parque móvil que operen bajo redes GSM y UMTS (2G y 3G, respectivamente) y que se prevea que su vida útil pueda estirarse hasta los próximos 2026 y 2027, cuando se realizará la migración de manera definitiva. No obstante, el papel de estas líneas es, todavía hoy, clave para una gran cantidad de dispositivos IoT, como es el caso del dispositivo de seguridad eCall que incorporan todos los vehículos desde el año 2018. Y que permite, en caso de accidente, avisar de manera automática a los servicios de emergencia.

De hecho, no ha sido hasta la aprobación del borrador de la nueva normativa de eCall cuando el operador azul ha podido oficializar el apagado de su red 2G, homogeneizando su plan de acción con el iniciado con sus redes 3G. Hasta ahora, la normativa europea sobre este sistema de llamada automática impedía el apagado de las redes 2G, puesto que se basaba en esta red para operar.

Según el borrador mencionado previamente, a partir del 1 de enero de 2026, las compañías de telecomunicaciones ya no están obligadas a tener que dar acceso a este servicio a través de 2G o 3G, aprovechándose de tecnologías más modernas. Por lo que se elimina del horizonte la necesidad de conservar esta línea para fines de emergencia por imperativo europeo. Al mismo tiempo que se reduce de manera considerable el coste por mantenimiento, mucho más económico a medida que se emplea tecnología más moderna.

Objetivo: alcanzar al 90% de la población

Pese a que los movimientos de Movistar en esta dirección avanzan a un ritmo inferior al de algunos de sus competidores en la región europea, que ya anunciaron meses atrás que esperan realizar el apagado de estas líneas antes de terminar el presente 2023, parece que ahora se da el contexto adecuado para poder iniciar esta transición respectando la legislación vigente al respecto.

Con este movimiento, Movistar continúa con su objetivo por seguir proporcionando a la población la infraestructura necesaria para que la conexión de su 5G+ alcance al 90% de la población española durante los próximos tres años. Cumpliendo al mismo tiempo con la necesidad de mejorar la operativa en términos de eficiencia, así como obtener un mayor ahorro energético.

 

Fuente: adslzone