¿Por qué el 90% de todos los discos duros retirados todavía se trituran cada año? Aparentemente, la causa principal es la seguridad, destruir con ellos los datos que contienen. Sin embargo, solamente es una creencia infundada de que eso en realidad protege los datos que quedan en ellos para que no sean recuperados y robados.
Destruir no protege los datos de un disco duro
Si simplemente tiras tu viejo disco duro, alguien con los conocimientos técnicos podría recuperar los datos sobrantes. Es por ello que la solución que suele haber es triturarlos o destrozarlos pensando en que nadie va a poder recomponer dicho puzzle y que protege los datos importantes o confidenciales.
Sin embargo, también puede haber gente con los conocimientos necesarios para conseguir extraer datos de fragmentos tan pequeños como de 3 milímetros y todavía extraer datos de ello. No es peligroso en pequeñas cantidades, pero con el tiempo y la dedicación suficientes podrían armar una imagen suficiente para tener prácticamente el almacenamiento completo.
Marcas como Western Digital, Seagate o Micron son algunas de las empresas que conforman Circular Drive Initiative (CDI). Estas pretenden luchar por la reutilización y por reducir al mínimo los desechos electrónicos, a pesar del consenso general de que se predice que los discos duros HDD serán historia después de 2028.
El método seguro se llama purga
Como la IEEE Standards Association aprobó hace un tiempo una larga lista de formas seguras de borrar los datos sobrantes de forma permanente en lugar de triturarlos en pequeños fragmentos, puede servir para tenerlos en cuenta como alternativa. Esta se puede realizar sobrescribiendo los datos con nuevos patrones de datos, realizando un borrado criptográfico o eliminando la clave de cifrado para que los datos queden incomprensibles incluso para los piratas informáticos más avanzados.
La correcta eliminación de los datos registrados es una consideración importante al retirar o reutilizar dispositivos y sistemas de almacenamiento y merece cierta atención. Una mayor reutilización de los dispositivos de almacenamiento más antiguos puede extender su vida útil, evitar la destrucción de los dispositivos de almacenamiento, permitir la recuperación de componentes valiosos y, por lo tanto, reducir la demanda de los recursos necesarios para fabricar nuevos dispositivos de almacenamiento, lo que lleva a una economía más circular.
Un uso más prolongado de los dispositivos de almacenamiento y una mayor recuperación de los componentes valiosos al final de su vida útil pueden conducir a una reducción de las emisiones de carbono. Una economía circular ideal emplea la reutilización, el intercambio, la reparación, la renovación, la refabricación y el reciclaje para crear un sistema de ciclo cerrado que minimice el uso de nuevos materiales y reduzca la creación de desechos, la contaminación y las emisiones de carbono.
La desinfección de medios en los dispositivos de almacenamiento, entendida como «la capacidad de hacer que el acceso a los datos objetivo en los medios de almacenamiento sea inviable para un nivel de esfuerzo dado», puede evitar de forma segura el acceso a los datos y evitar la destrucción física.
