Windows 10 llegó el pasado verano con gran cantidad de novedades y opciones de personalización del sistema que serán usadas por unos usuarios más que por otros. Sin embargo, hay algo que casi seguro utilizan la gran mayoría de usuarios y eso es el correo electrónico. Windows 10 cuenta con una aplicación de correo integrada en el sistema que podemos configurar para consultar nuestro correo electrónico ya sea de Microsoft o no, puesto que es compatible con otros servicios como Gmail, Yahoo, Exchange, etc.

Hace tiempo que Microsoft lanzó su programa Windows Insider para permitir a los usuarios que se suscribiesen a él para contribuir con el desarrollo del sistema operativo, algo que antes sólo era accesible para los desarrolladores. Esto hizo que gran cantidad de personas se apuntasen y comenzasen a probar las preview de Windows 10 desde el año pasado.

Windows 10 llegó con la premisa de que iba a ser más rápido que sus versiones anteriores y que funcionaría mejor con hardware más antiguo puesto que estaría preparado para ser menos exigente. Sin embargo, es probable que muchos de los que ya se hayan actualizado a Windows 10 sin cambiar de ordenador sigan soportando que el sistema tarde mucho en arrancar.

Los tradicionales boletines de seguridad publicados de forma mensual por parte de Microsoft nos ponen sobre la pista de una vulnerabilidad, considerada como fallo de seguridad crítico, que afecta a todas las versiones de Windows, incluido el reciente Windows 10. Por suerte, en Windows Update encontraremos el parche que la soluciona por lo que no debemos tardar en actualizar nuestro sistema operativo.

Existen muchas formas de contar a los usuarios el contenido de una actualización, bien de una aplicación o de un sistema operativo. Hay quienes tiran de humor, otros prefieren hablar de problemas corregidos y mejoras aplicadas en general y otros optan por detalle concienzudamente los cambios a sus usuarios. Microsoft quiere estar en este último grupo y comenzará a detallar con pelos y señales el contenido de las actualizaciones de Windows 10.

Hace poco más de seis meses que Microsoft lanzó la última versión de su sistema operativo, y ya son muchos millones de usuarios los que se han actualizado a Windows 10. Durante este tiempo, hemos visto como con cada actualización algunos usuarios han reportado múltiples problemas en el sistema que se reproducen incluso de manera aleatoria en algunos equipos sin saber muy bien la causa.

El sistema operativo Windows incluye en todos los ordenadores un plan de energía que establece como predeterminado y recomendado. Sin embargo, los propios fabricantes pueden crear sus propios planes de ahorro de energía para que nuestros ordenadores portátiles puedan aumentar un poco más la vida de la batería, algo que además podemos modificar nosotros para intentar exprimirla al máximo.

Microsoft está respondiendo a las expectativas y está realizando actualizaciones a un ritmo realmente impresionante. Si hace poco os comentábamos que la build 11102 llegaba el Fast Ring, hoy os tenemos que decir es que es la build 14251 la que ha llegado a esta fase de desarrollo de Windows 10. Tal y como ya sabréis, el Fast Ring es la penúltima parada antes de ser una versión totalmente estable.

Muchos usuarios de Windows 7 y Windows 8.1 tienen todavía la oportunidad de actualizar de manera gratuita a Windows 10 pero las dudas o el miedo a dar un mal paso les hace inmune a las agresivas campañas que se lanzan desde Microsoft para tratar de convencerles. Vamos a repasar algunos de los argumentos que pueden decantar la balanza sobre dar el salto o no a la nueva versión del sistema operativo.

A partir de Windows 8, hemos visto como Microsoft se ha puesto más duro a la hora de que los usuarios instalen las actualizaciones del sistema operativo tan pronto como estén disponibles y de ahí que estemos viendo como cada vez que nos disponemos a apagar nuestro equipo y tenemos actualizaciones pendientes, el sistema inicie el proceso de descarga e instalación de la mismas de forma automática.

Windows XP es un sistema operativo en peligro de extinción debido principalmente a la falta de soporte técnico que desde Microsoft no se ofrece ya en beneficio del software más reciente. No obstante, este SO se resiste a desaparecer por completo y todavía es utilizado en muchos lugares públicos, hospitales y sistemas debido a la magnitud del número de equipos usados, la complejidad y coste de sustitución. Pero puede que el lugar más extraño donde todavía se use sea en un simulador espacial.