Microsoft está trabajando para conseguir que Windows 10 sea un sistema operativo universal, que pueda estar en todo tipo de dispositivos. Pero para ello, no basta solo con que se pueda adaptar fácilmente a la pantalla táctil de una tablet a la vez que funciona en un PC. También debe tener una gran variedad de aplicaciones, cosa que de momento le falta. Para superar esta barrera Windows 10 tiene un sistema de portabilidad de aplicaciones bastante eficiente.

Durante el desarrollo de Windows 10, Microsoft habilitó un programa, denominado Insider, en el cual permitía a los usuarios probar las diferentes compilaciones del sistema operativo, reportar fallos y dar opinión sobre él de manera que la compañía pudiera mejorarlo y depurarlo durante la fase de desarrollo para ofrecer a los usuarios finales el mejor producto posible.

Uno de los mayores cambios de Windows 10 respecto a sus predecesores es el menú inicio. Este menú, presente desde las primeras versiones del sistema operativo, fue eliminado de Windows 8 y Windows 8.1 para volver, totalmente renovado, en esta nueva versión del sistema operativo. Una de las principales características de este renovado menú inicio es su personalización, sin embargo, en algunos aspectos, esta personalización queda algo limitada, además de que tampoco termina de adaptarse demasiado bien a las aplicaciones de terceros.

Microsoft suele ir publicando sus estudios de mercado con ciertos meses de retraso. Por este motivo los datos que ofrecemos hoy son de noviembre del año pasado, es decir, lo último que han analizado desde Redmond. Sin embargo, aunque estos datos pueden ser un poco diferentes ahora mismo, la tendencia no ha cambiado en absoluto. Windows 10 sigue creciendo, pero no a costa de Windows 7 sino de Windows 8.1.

Desde abril del año 2014 Windows XP no recibe ningún apoyo de Microsoft. Esto quiere decir que no se solucionan los problemas que van surgiendo y que no se reparan los agujeros con parches. Bueno, al menos no lo hace Microsoft. Una actualización no oficial acaba de ser publicada, ayudando a proteger el equipo de aquellos que aún lo sigan utilizando.

Desde que Windows 10 llegó a nuestros equipos, son muchas las veces que se ha hablado de la privacidad de los usuarios con el supuesto envío de datos por parte de la última versión del sistema operativo a los servidores de Microsoft. Un hecho que ha provocado que muchos usuarios hayan decidido tomar la decisión de volver a versiones anteriores de Windows o tomar algún tipo de medidas para aumentar su privacidad.

Mientras que Windows 10 se posiciona como uno de los mejores sistemas operativos de la compañía (aunque aún hay un gran número de usuarios en contra), una de las principales quejas respecto a este sistema operativo es la gran cantidad de información personal y de uso que envía el sistema operativo a Microsoft, generalmente con fines telemétricos. Windows 10 permite a los usuarios bloquear el envío de todo tipo de datos a Microsoft de manera que los usuarios más preocupados por su privacidad puedan utilizar el sistema sin que su información termine en manos de Microsoft, sin embargo, esta configuración está lejos de ser realmente efectiva y bloquear, como asegura, el envío de datos a la compañía.

Mientras que para algunos de los usuarios de Windows es un gran desconocido, para otros es probable que no pasen ni un día sin acceder a él e incluso es probable que siempre lo tengan abierto en un segundo plano. Nos referimos al Administrador de tareas, una herramienta que Microsoft renovó en Windows 8, recibiendo multitud de quejas al respecto y que ha sido mejorado con la llegada de Windows 10.

El pasado mes de noviembre de 2015, Microsoft liberó la primera gran actualización de Windows 10. Esta actualización solucionaba varios problemas reportados por los usuarios del sistema operativo y añadía nuevas características al mismo, entre otras, nuevas opciones de personalización como la posibilidad de personalizar más los colores de las ventanas o el poder desactivar el fondo por defecto de Windows en la pantalla de inicio de sesión del sistema operativo.

Para poder obtener el máximo rendimiento posible de los juegos debemos asegurarnos de utilizar un sistema operativo moderno y actualizado y las versiones más recientes de los controladores. Windows, como ya sabemos, es el sistema operativo más utilizado en todo el mundo. Windows 10 es la versión más reciente de este sistema operativo que, a pesar de contar con un gran número de críticas y alabanzas, no termina de levantar el vuelo como a Microsoft le gustaría. Sin embargo, en lo referido a videojuegos, parece que sí es un sistema operativo apreciado y que, poco a poco, se va convirtiendo en el sistema más utilizado de la red.

A partir de Windows 8, los usuarios de Windows se han ido familiarizando poco a poco con los Live Tiles que Microsoft ha incorporado como parte del menú de Inicio. El hecho de que para acceder a ellos sea necesario abrir el menú de inicio, que se ejecuten en un entorno un tanto restrictivo y que algunos usuarios aún no se hayan acostumbrado a ellos en las últimas versiones de Windows, hace que su uso aún no esté muy extendido.