Si no los cuidas como debe ser, podrías estar causando problemas que pueden afectar a la calidad de tus llamadas, grabaciones de audio e incluso al propio rendimiento del dispositivo.

Qué son esos orificios

En la mayoría de móviles Android, ese pequeño orificio que aparece cerca del conector de carga corresponde al micrófono principal del teléfono. Su función, tan sencilla como eficaz, es evidente: captar tu voz en las llamadas y registrar el sonido en vídeos o notas de voz. Sin él, la comunicación quedaría prácticamente inutilizada, porque aunque el móvil tuviera altavoces potentes, la voz del usuario no podría transmitirse con claridad, y el micrófono podría no funcionar.

Además de este micrófono principal, muchos smartphones incluyen otros orificios con funciones complementarias. Se trata de los micrófonos secundarios, diseñados para recoger el sonido ambiente. Puede parecer que no tienen demasiada importancia, pero en realidad son los responsables de filtrar ruidos externos y mejorar la calidad del audio en las llamadas o grabaciones. Gracias a ellos, cuando hablas por teléfono en una calle concurrida, en el metro o en un bar lleno de gente, tu voz se escucha con nitidez al otro lado de la línea, por lo que son muy importantes.

En el caso de los iPhone, la disposición de estos componentes cambia. Normalmente, los modelos de Apple no cuentan con el característico agujero junto al puerto de carga que sí vemos en muchos Android. En lugar de eso, los micrófonos se distribuyen en otros puntos del dispositivo, como en la parte inferior junto a los altavoces o cerca de la cámara trasera. Apple opta por un diseño más simétrico y compacto, pero la función sigue siendo la misma: garantizar que tu voz se escuche de forma clara y que el audio en vídeos o videollamadas sea lo más fiel posible a la realidad.

Debes limpiarlos periódicamente

El problema es que, debido a su tamaño y ubicación, estos orificios tienden a acumular polvo, pelusas o restos de suciedad con facilidad. Y aunque no solemos prestarle atención, esa suciedad puede afectar seriamente a la calidad del sonido, haciendo que tu voz se escuche más baja o distorsionada. También puede interferir en el buen funcionamiento del puerto de carga o incluso en los altavoces, por lo que es fundamental mantenerlos limpios y cuidarlos adecuadamente.

Lo primero que debes tener en cuenta es que nunca conviene utilizar objetos punzantes para intentar retirar la suciedad, porque corres el riesgo de dañar los delicados componentes internos. Tampoco es recomendable aplicar líquidos directamente sobre el móvil. En su lugar, lo más seguro es utilizar herramientas específicas o un cepillo suave y con pelos finos nuevo y seco. Con movimientos delicados podrás retirar polvo y restos de pelusa sin forzar las ranuras.

También es muy eficaz es el uso de un soplador de polvo eléctrico, disponible en la mayoría de tiendas de electrónica. Con ráfagas cortas a una distancia prudente, conseguirás expulsar la suciedad acumulada en los orificios del micrófono y los altavoces. Eso sí, nunca coloques la boquilla demasiado cerca, porque la presión excesiva podría dañar el componente. También hay quien utiliza un poco de cinta adhesiva sobre la rejilla de los altavoces, retirándola con cuidado para levantar partículas que el cepillo no alcanza.

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La clave está en realizar esta limpieza de manera periódica, especialmente si sueles llevar el móvil en bolsillos o bolsos donde la pelusa se acumula con facilidad. Al fin y al cabo, los micrófonos, altavoces y el propio puerto de carga trabajan mejor cuando están libres de obstrucciones.

 

Fuente: adslzone