El nuevo chip de seguridad Apple A2, que como avanzábamos está instalado en la nueva generación de ordenadores portátiles de Apple, impide por defecto que Linux arranque. Así que, con esta configuración de hardware, únicamente se permiten macOS y Windows 10 como sistemas operativos de arranque. Sí se permite a los usuarios la opción de desactivar el arranque seguro, lo que en principio debería evitar que se lleven a cabo ciertas comprobaciones durante el arranque, y debería abrir las puertas a sistemas operativos no compatibles, como es el caso de Linux. Pero al menos por el momento, desactivar el arranque seguro no cambia la situación: no se puede arrancar con Linux.

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Incluso siguiendo las instrucciones de Apple, ofrecidas en su página web de soporte, no es posible arrancar con Windows. A nivel técnico, la nueva generación de portátiles de la compañía de Cupertino debería funcionar con Linux sin problemas. Pero a la hora de la verdad no es posible arrancar el ordenador con una distro, y podría deberse a la falta de algún certificado. De momento, Apple no ha respondido al respecto. Si se trata de un ‘error’, una actualización debería introducir este certificado que falta en el sistema para que, deshabilitando el arranque seguro, sea posible ejecutar Linux.

Por el momento, quienes hayan reservado con MacBook Air de nueva generación se encontrarán con que no pueden arrancar con Linux. Otros ordenadores, como los MacBook Pro de 2018 y el iMac Pro también incluyen este chip de seguridad.

 

Fuente: softpedia | adslzone