
Cuando no funciona el WiFi o el Bluetooth, es decir, las conexiones inalámbricas, siempre revisamos lo mismo. Conectamos y desconectamos, deshabilitamos y habilitamos la tarjeta de red si estamos en Windows o ponemos el modo avión en un móvil, reiniciamos el router e incluso el dispositivo con el que nos conectamos. Sin embargo, rara vez revisamos factores tan importantes como las posibles interferencias, ya sea de otros electrodomésticos o ciertos materiales en nuestra casa. Ahora conocemos que al conectar dispositivos USB 3 o USB-C en nuestro ordenador, podemos tener problemas con el WiFi y Bluetooth. Por suerte, podemos hacer algo al respecto.