DGT 3.0 es una plataforma tecnológica en la nube, diseñada para centralizar, procesar y distribuir toda aquella información importante sobre el tráfico y los incidentes. Y lo hace en tiempo real, con el objetivo de lograr que los conductores y demás actores de las carreteras tengan una visión actualizada al instante.
Y aquí, a partir del 1 de enero de 2026, correrá especial importancia su conexión con las balizas V-16 las polémicas luces naranjas que llegan para reemplazar los triángulos de emergencia.
Cómo manda los datos la baliza V-16 a la DGT
La plataforma DGT 3.0 tiene comunicación bidireccional, y ahí está la clave de su potencial. Con relación a las balizas, el proceso se lleva a cabo bajo un flujo de datos rápido y automático:
- Activación de la baliza. Es el primer paso, y en caso de avería o accidente, el conductor encenderá el dispositivo homologado sin necesidad de salir del vehículo.
- Se envían los datos. La baliza V-16, al activarse, se conecta con la plataforma DGT 3.0 y le envía su ubicación a través del módulo de conectividad, que depende de un operador de telecomunicaciones.
- Procesado del incidente. La plataforma de la DGT recibe la señal y procesa su ubicación, la hora y el tipo de incidente, siempre que sea posible.
- Se alerta a los usuarios. El sistema distribuye la información a una red masiva de destinatarios, para proyectar dicha información en los paneles de la DGT o en las apps de navegación.
¿Quiénes reciben la información?
Como hemos comentado, en el cuarto y último punto, la información se destina a todos los actores que intervienen en la movilidad en carretera:
- Servicios de emergencia: Las ambulancias, bomberos y la propia Guardia Civil reciben la ubicación exacta y al instante para acelerar su llegada al lugar.
- Gestores de tráfico: El sistema alerta a los centros de control, que pueden modificar la señalización, cerrar carriles y ajustar los semáforos para gestionar el flujo de vehículos.
- Otros conductores: La información se envía a los paneles informativos de la carretera y a los navegadores GPS de otros vehículos conectados, advirtiendo a los conductores que se aproximan sobre el peligro con antelación.
DGT 3.0 tiene más usos
La plataforma no solo tendrá importancia a raíz de la llegada de las nuevas balizas. Recordemos que es un sistema abierto que trata de conectar cualquier información que pueda ser relevante para la seguridad del tráfico.
La DGT tiene el objetivo de crear una nube de datos global donde cualquier dispositivo pueda entrar para proporcionar datos relevantes. Por ejemplo, los propios fabricantes de vehículos podrían enviar datos recogidos por los sensores de sus coches, para advertir del estado del pavimento o de si es necesario usar o no el limpiaparabrisas. La plataforma podría procesar estos datos y avisar al resto de conductores de lo que sería más seguro hacer mientras circulan.
Fuente: adslzone

