La correcta optimización del sistema de calefacción se basa en dos acciones técnicas sencillas: una limpieza exhaustiva y un purgado. Llevar a cabo estas simples acciones de forma adecuada puede generar un ahorro clave en tu próxima factura mensual al lograr maximizar la eficiencia de cada uno de los radiadores.
Primero, quita el polvo de los radiadores
Este elemento pasa desapercibido en muchos hogares, pero no hay duda de que resulta clave para gastar menos en la factura. Es posible que limpies toda la casa. Aunque, por lo general, no todo el mundo se preocupa de mantener impolutos los radiadores. Sobre todo por la dificultad que tienen. Sin embargo, el problema está en que acumulan mucho polvo. Y aunque no lo creas, influye negativamente en su rendimiento.
Puedes aspirar la zona de contacto con la pared. Aunque hay modelos con rejillas que permiten quitarlas con un destornillador. Y ya para los espacios más inaccesibles, puedes comprar un cepillo especial para radiadores. Suelen estar diseñados para llegar a los espacios más difíciles. Por lo que conseguirás retirar la gran cantidad de polvo que se acumula con el paso del tiempo. Y en cuanto al exterior, será lo más sencillo, con un paño húmedo será más que suficiente para eliminar la suciedad que está presente.
No te olvides de purgarlos
Aunque no todo es eliminar el polvo, también es necesario purgar los radiadores. De lo contrario, podrían estar funcionando mal y, por tanto, provocando que la factura que pagas sea más cara. Si el sistema está mal purgado, como señalan los expertos, podría costarte entre un 5 % y 15 % más todos los meses –como señala el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)-.
Lo ideal es hacerlo antes de que llegue el verdadero frío, por lo que otoño es la mejor estación para preocuparte del mantenimiento de estos aparatos que tienes en casa.
¿Cómo sé si hay que purgarlos?
No es tan complicado, solo hay que prestar atención a:
- Si se escuchan ruidos extraños que provienen de los radiadores como gorgoteos.
- Si un radiador calienta menos que los demás y si el aparato no está caliente por igual en todas las zonas.
Cómo se purga un radiador
Antes de purgar, hay que apagar la calefacción. En caso de que todavía no la hayas encendido, actívala durante un rato y luego apágala. Después de esto, hay que esperar a que se enfríen los radiadores. A continuación, haz lo siguiente:
- Localiza la válvula de purga (está en uno de los extremos y tiene forma cuadrada o de tornillo). Si tu radiador tiene una válvula automática, vendrá con un tapón roscado (debe estar flojo para permitir el purgado de forma continua del circuito).
- Coloca un recipiente debajo de la válvula, ya que soltará agua.
- Luego, gira la válvula con un destornillador. Si el circuito tiene aire, empezará a expulsarlo.
- Cuando empiece a soltar agua, entonces ya estará purgado y es el momento de volver a girarlo para cerrarlo.
- Por último, verifica la presión del circuito, la presión ideal en frío debe estar entre 1,2 y 1,5 bares.
Fuente: adslzone

