Te contamos, basado en una investigación, cómo el agua sucia podría ser el culpable de este tipo de patologías.
Un equipo de investigadores ha descubierto que una toxina producida por ciertas bacterias que habitan en aguas contaminadas o estancadas tiene la capacidad de aniquilar las células inmunitarias que protegen el revestimiento del colon. Esto significa que las personas cuyos intestinos son colonizados por estas bacterias tienen una probabilidad mucho mayor de desarrollar colitis ulcerosa, una enfermedad crónica y dolorosa que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estudio, liderado por la investigadora Xuena Zhang de la Universidad de Nanjing en China y publicado recientemente, lo explica al detalle. Si se confirma, no solo explicaría el origen de muchos casos, sino que abriría la puerta a tratamientos totalmente nuevos que podrían incluir tanto vacunas como terapias con virus, con el fin de curarlo definitivamente.
¿Qué toxina es la responsable?
La colitis ulcerosa se caracteriza por la inflamación del revestimiento del colon y el recto, alternando periodos de calma con brotes severos que, en los casos más graves, pueden requerir la extirpación quirúrgica del intestino. A pesar de que siempre se ha considerado una enfermedad autoinmune, Zhang y su equipo sospechaban que tenía que ver con un fallo en los macrófagos.
Los macrófagos cumplen con una función vital para el sistema inmune, ya que se encargan de limpiar los desechos y las bacterias. Además, pueden ser los que causen la inflamación si entienden que el organismo así lo necesita, pero también pueden hacer justo lo opuesto, es decir, anular la inflamación y dar la orden de que todo está bien.
En la investigación citada anteriormente, el equipo averiguó que las personas con colitis ulcerosa tenían niveles más bajos de lo normal de estos macrófagos protectores del colon. Al tratar de encontrar la causa, vieron que el responsable estaba en las muestras fecales de los pacientes y era una toxina llamada aerolisina.
¿Dónde se encuentra esta toxina?
Esta toxina resultó ser letal específicamente para los macrófagos, dejándolos fuera de combate mientras apenas afectaba a otras células. ¿Y de dónde viene la aerolisina? Pues es producida por cepas de bacterias del género Aeromonas, es decir, organismos que se encuentran comúnmente en aguas dulces y saladas sucias. Los investigadores han bautizado a estas cepas productoras de toxinas como MTB (bacterias tóxicas para macrófagos).
Al infectar deliberadamente a ratones con estas bacterias MTB, confirmaron que los animales se volvían mucho más susceptibles a desarrollar colitis. Sin embargo, cuando eliminaban el gen de la toxina o la neutralizaban, el intestino de los ratones no enfermaba, demostrando la relación directa entre el agua sucia y la enfermedad.
El 72 % de los pacientes tenía la bacteria
Cuando los investigadores analizaron las muestras de heces, encontraron bacterias Aeromonas en el 72 % de las 79 personas con colitis ulcerosa analizadas. En comparación, solo el 12 % de las 480 personas sin la enfermedad portaban estas bacterias.
Aunque la presencia de la bacteria no garantiza el desarrollo de la enfermedad, ya que influyen factores genéticos y ambientales, la infección recurrente por estas bacterias tóxicas induce un estado de hipersensibilidad en el colon que facilita la aparición de la patología.
Posibles curas que se plantean
Lo bueno de esta investigación es que no se queda ahí, ya que también plantea varias posibles maneras, basándose en los hallazgos, de atajar de raíz el problema:
- Fármacos neutralizadores: Medicamentos específicos para bloquear la acción de la toxina aerolisina en el intestino.
- Vacunas: Crear inmunizaciones que enseñen al cuerpo a atacar la toxina o directamente a las bacterias Aeromonas que la producen.
- Utilizar virus bacteriófagos (virus que matan bacterias) para eliminar selectivamente las cepas tóxicas del intestino del paciente sin dañar la flora beneficiosa.
Fuente: Science.org | adslzone
