En primer lugar, hay que decir que la respuesta es más compleja de lo que puede parecer. Y aunque decepcione a más de uno, es que no: no se puede, o al menos, no del todo.

Evita que se moje

La certificación IP68 se ha convertido en un reclamo comercial para todas las marcas, que presumen de ella sin caer en la cuenta de que ya no existen apenas dispositivos que no la tengan. Es como decir que un móvil puede llamar. Esta certificación en realidad significa que el dispositivo ha pasado pruebas de laboratorio en condiciones muy concretas, en agua dulce, sin presión, sin movimiento y a temperatura ambiente. Pero si uno de estos factores varía, cuidado. Y una ducha o una tormenta nada tienen que ver con estos entornos.

Para entenderlo mejor, hay que desglosar las siglas. La “IP” hace referencia al grado de protección frente a agentes externos (Ingress Protection). El primer número, el 6, indica que el móvil está completamente sellado frente al polvo. El segundo, el 8, señala que el dispositivo puede resistir una inmersión en agua a cierta profundidad y durante un tiempo determinado, generalmente hasta 1,5 metros durante unos 30 minutos. Eso no quiere decir que sea impermeable, sino que soporta esa exposición concreta.

Pero esas cifras, pasadas al día a día, ¿en qué se traducen? Pues bien, el agua de la ducha, no es dulce, ya que suele contener minerales, cal y jabón. Estos elementos pueden corroer los componentes internos de los dispositivos móviles con el paso del tiempo. También hay que tener en cuenta la presión que ejerce el chorro, que si bien es cierto que si no está muy cerca del grifo no será muy notable, no es algo para lo que estén diseñados. Con el agua salada del mar pasa lo mismo, o el cloro de una piscina. Ese tipo de aguas deteriorarán el terminal a largo plazo.

De hecho, casi ningún fabricante cubre los daños por líquidos en la garantía, ni siquiera en modelos que presumen de resistencia IP68. Apple, Samsung, Xiaomi o cualquier otra marca aclaran en letra pequeña que la resistencia al agua no es permanente y puede disminuir con el tiempo debido al uso normal, los golpes o las caídas. Así que ya sabes, si se te moja y deja de funcionar, lo más seguro es que tengas que pagarlo de tu bolsillo, ya que habrás perdido la garantía.

Entonces, ¿qué debo hacer?

Lo ideal es tratarlo con cuidado, sabiendo que esa protección IP68 sirve como extra de seguridad, pero no como una característica más del terminal para darle un chapuzón cuando nos apetezca. Si se moja, lo mejor es que lo seques de inmediato, evites cargarlo durante las siguientes horas y lo mantengas lejos de fuentes de calor.

Y obviamente, ni se te ocurra ducharte con él o sumergirlo en la piscina para hacerte fotos bajo el agua, por muy tentador que pueda ser. Si quieres hacer esto último, cómprale una buena carcasa submarina.

 

Fuente: adslzone