Un informe realizado por la revista The Lancet, y publicado el pasado 28 de octubre, apuntaba que en España más de 22.000 muertes al año se atribuyen a la contaminación atmosférica. Un dato muy preocupante que demuestra lo importante que es para las naciones tener las herramientas de control necesarias para prevenir el impacto de este fenómeno entre sus ciudadanos.

Mientras la mayoría de los países todavía exploran todas las posibilidades que existen para mitigarla, Francia parece haber dado con la clave. Y su solución es tan sencilla como efectiva: enterrar los centros logísticos bajo la calle más transitada de la ciudad: Campos Elíseos.

Así está trabajando París para lidiar contra la contaminación

Ocho pisos bajo los Campos Elíseos, en lo que antes era un garaje, una empresa de logística ha instalado su base de operaciones. El objetivo es doble:

  1. Por un lado, mejorar y optimizar los procesos de la conocida como última milla. A través de una situación estratégica, cerca de 4.400 tiendas minoristas, podrá repartir todas las entregas en un breve lapso de tiempo.
  2. Por otro, reducir la contaminación y evitar el tráfico. Según afirman diferentes estudios, los vehículos de reparto representan entre el 15 y el 25% de los kilómetros recorridos por vehículos urbanos, pero constituyen hasta el 40% de las emisiones de CO2.

Los centros urbanos de las grandes ciudades están lo suficientemente masificados como para que los centros logísticos no puedan instalarse en ellos para cubrir las necesidades de sus clientes. Sin embargo, en el subterráneo todavía hay mucho espacio para aprovechar ocupando antiguos garajes o espacios en desuso.

Almacenes automatizados

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan estos nuevos almacenes es con encontrar la forma de ser eficientes en términos operativos en una de las calles más transitadas del mundo. Para ello, ha optado por recoger la mercancía de los camiones únicamente durante la noche, cuando todos los turistas vuelvan a sus hoteles.

Al mismo tiempo, también se ha optado por incluir la tecnología más innovadora en el ámbito logístico. Pequeños robots motorizados llevarán las mercancías bajo tierra para almacenarlas hasta que lleguen los pedidos a las tiendas que así los soliciten. De este modo, se reducen las ineficiencias que se podrían cometer en un almacén con un nivel de complejidad como el mencionado.

Soluciones flotantes

Instalar almacenes bajo tierra no ha sido la única medida por la que han optado las empresas logísticas para estar cerca de las tiendas a las que dan servicio. Otra opción que se está utilizando actualmente es por crear almacenes flotantes en el río Sena. Este almacén móvil se carga en un punto del río y, a primera hora de la mañana, se desplaza hasta un punto más céntrico.

Allí, la mercancía es recogida por los repartidores en bicicleta que la distribuyen por toda la ciudad. De este modo, al mismo tiempo que reducen el impacto de la contaminación, también optimizan los tiempos de entrega salvando el siempre complejo tráfico de París.

Como se puede comprobar, las grandes capitales de Europa ya están diseñando alternativas a la logística tradicional para ser capaces de brindar soluciones que sean capaces de respetar el medio ambiente y, además, llegar a tiempo en las entregas.

 

Fuente: Bloomberg | adslzone