El mercado de la vivienda está cerca de vivir un punto de inflexión histórico. El motivo es el cumplimiento del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es descarbonizar el parque inmobiliario de los países europeos.

Se trata de un marco legal que va a obligar a los propietarios de gran parte de las viviendas de nuestro país a tener que afrontar una importante inversión para mantener la vivienda en el mercado. De lo contrario, su valor se reduciría prácticamente a cero, al no poder obtener ningún rédito económico de ella.

La normativa europea establece un programa de tres fases y la primera de ellas comienza en el año 2030, por lo que no queda mucho tiempo por delante para que podamos adaptar nuestras propiedades a los nuevos requisitos que exigen desde Bruselas.

El problema de la calificación energética

La calificación energética de las viviendas es un sistema que evalúa la eficiencia de la vivienda en términos de consumo energético y de emisiones de CO2 y, en base al resultado, otorga una clasificación. La Directiva 2024/1275 de la Unión Europea obliga a que todos los países miembros de la UE respeten la siguiente calificación:

  • A partir del año 2030, todas las viviendas que estén en el mercado deben tener una certificación energética tipo E.
  • A partir del 2033, la calificación energética deberá ser tipo D.
  • Desde el año 2050, todos los edificios tendrán que asegurar cero emisiones netas.

Según el último informe de Indicadores de Eficiencia Energética en los Edificios publicado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el 87% del parque inmobiliario español cuenta con una calificación E, F o G.

Es decir, si durante los próximos años estas viviendas no se rehabilitan, los propietarios de los 17 millones de viviendas que se calcula que no cumplirán con la normativa, tendrán que hacer frente al gasto que será necesario para conseguir la certificación pertinente. De lo contrario, la ley prohibiría que se pudiera comercializar con dicha vivienda.

Un problema actual

Pese a que puede parecer que todavía tenemos años por delante para acometer las reformas, la realidad es que la primera limitación llega en menos de cinco años. Por lo que si tienes una vivienda en propiedad y no quieres tener problemas en el futuro, te recomendamos que consultes la certificación y busques las alternativas que existen en el mercado.

Los fondos Next Generation EU tienen una línea enfocada en la rehabilitación, con subvenciones que abarcan entre el 40 y el 80% del coste total, pudiendo alcanzar el 100% en caso de vulnerabilidad social y económica. No obstante, los requisitos para acceder a ellas son variados y el importe total subvencionado dependerá del grado de certificación que obtengamos, por lo que es recomendable informarse en el Ministerio de Vivienda.

Será ilegal vender o alquilar la vivienda

En el caso de que no cumplamos con las etiquetas mencionadas previamente, los propietarios de las viviendas no podrán poner la misma en venta, puesto que las escrituras no podrán formalizarse ante notario.

No solo serán considerados ilegales los nuevos contratos de arrendamiento, sino también llas renovaciones de los ya existentes. Esto provocará que las viviendas actuales reduzcan drásticamente su valor, lo que provocaría una importante crisis en el mercado de la vivienda, al haber menos unidades disponibles.

Qué reformas necesitaría tu vivienda

Principalmente, son tres las reformas que se deberán acometer para cumplir con la legislación pertinente:

  • Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE): De este modo, se reducen las pérdidas de calor hasta en un 40%.
  • Sustitución de ventanas: El segundo punto tiene que ver con las ventanas. Instalar modelos de doble acristalamiento con rotura de puente térmico puede mejorar la calificación en una letra. No obstante, también se debe evaluar el gasto que esta acción supondría.
  • Renovación de sistemas de climatización: Por último, resulta fundamental cambiar calderas antiguas por aerotermia o bombas de calor de alta eficiencia.

 

Fuente: El Mundo | adslzone