El invento se llama Batilin y es un ladrillo fabricado a partir de lino que es capaz de mantener el calor en invierno y el frescor en verano. Esto es especialmente importante porque nos ayudará a reducir enormemente la factura de luz, y se asemeja en gran parte al ladrillo Blocº. Se acabó el derroche de calefacción y aire acondicionado en los meses más extremos.
Aísla del frío y del calor
La clave de Batilin está en el lino que utiliza. Es un material que desde hace siglos se ha usado por sus propiedades aislantes y acústicas, y ahora se está llevando a la construcción como nunca antes. La clave está en la parte central del tallo del lino, llamadas agramizas o anas, que normalmente se desechaba para fabricar combustible, entre otros usos. Ahora, se transforma en la base de un ladrillo que es capaz de mantener el calor durante el invierno y aguantar el fresco en verano.
Para su fabricación, las agramizas se mezclan con cal hidráulica, para después ser moldeadas en forma de bloque, dando como resultado un ladrillo ligero que es tan resistente como sostenible, y que además cumple con la exigente normativa medioambiental francesa, la RE2020. Teniendo en cuenta que se aprovecha un residuo agrícola local, la huella de carbono se reduce hasta tal punto que se vuelve negativa, bajando drásticamente las emisiones contaminantes.
Y además hablamos de una gran versatilidad, ya que este ladrillo puede ser implementado tanto en obras nuevas como en reformas, y es compatible con distintos revestimientos interiores y exteriores. Dado que es muy ligero, también se antoja ideal para levantar tabiques, y sus cualidades aislantes lo hacen perfecto para instalar en fachadas y muros en edificios de hasta tres plantas. Incluso se pueden ranurar para pasar cables por su interior.
Ya se está probando en París
Si además de lo sencillo que es de implementar, es efectivo, el proyecto es un éxito, y así está siendo. Ya se ha probado en París y en Lille, y las viviendas que han sido construidas con estos ladrillos han reducido en más de un 30 % sus facturas energéticas.
Si indagamos en los aspectos técnicos, vemos que Batilin alcanza una conductividad térmica de 0,07 W/(m·K). Esto significa que es realmente efectivo, como hemos comentado antes, a la hora de preservar el calor en invierno y asegurar el fresco en verano. Con estas cifras, se sitúa como uno de los mejores materiales aislantes naturales del mercado.
Y además, tiene la mano a la sostenibilidad, dado que se fabrica con restos de lino procedentes de la agricultura de la zona, impulsando así una economía circular que se apoya en los productores de la región.
Aunque actualmente el proyecto está en proceso de certificación por parte del Centro Científico y Técnico de la Construcción de Francia, evaluando su resistencia al fuego y su durabilidad, lo más normal es que más pronto que tarde este ladrillo se convierta en un referente en materiales de construcción.
Fuente: El Español | adslzone