En la pandemia se produjeron cambios significativos en el día a día y las costumbres de los ciudadanos. Algo que cambió fue la manera de gestionar las reservas vacacionales, en especial lo referente a los hoteles. La inestabilidad que se respiraba en ese momento llevó a que los hoteles relajaran sus medidas y que se introdujera la cancelación gratis de las reservas. No obstante, esta práctica tiene los días contados.

Limitar las cancelaciones

Aunque es posible que eliminar las cancelaciones gratis de reservas de manera inmediata sea una misión casi imposible, las cadenas de hoteles aspiran a que sea algo que se consiga en un alto volumen. Dice Raúl González, consejero delegado de Barceló en Europa, en palabras recogidas por Cinco Días, que “es necesario cambiar los hábitos de compra”.

También reconoce que han “generado una cultura equivocada en el consumidor”. Critica la forma en la que los hoteles, tanto su cadena como las demás entidades, han acostumbrado al usuario a que tenga la oportunidad de cancelar sus reservas de hotel 24 horas antes sin ningún tipo de coste. También compara la situación a las reservas de avión, donde este tipo de problema no se produce, puesto que los usuarios saben que, en esos casos, una cancelación no está vinculada con la obtención del 100% del importe pagado.

Su plan para ponerle freno

Se están buscando soluciones y, hoy por hoy, las cadenas hoteleras posiblemente estén interesadas en probar cualquier tipo de idea que se pueda imponer de forma globalizada. Una de las opciones que comienza a darse a conocer es la propuesta que hace Atlantigo, un grupo asegurador que se formó dos años atrás. Tras entrar en el juego hotelero con un porcentaje de FlexMyRoom, Atlantigo está planificando la instauración de un sistema tecnológico que hará que los hoteles puedan poder fin a las cancelaciones gratuitas. ¿Cómo lo harán?

Cambios en la política

Lo que hará esta tecnología será habilitar a las cadenas de hoteles para hacer dos cosas:

  • Eliminar aquellas tarifas que, hasta ahora, se consideran reembolsables.
  • Transformar las tarifas no reembolsables en tarifas flexibles con un sistema que ofrecerá tecnología variable de precios.

Mediante este tipo de filosofía, las cadenas de hoteles podrían llegar a tener en sus manos la llave que les abriría el camino de un cambio importante. No obstante, todavía quedaría ver cuál es la reacción de los usuarios y si se termina transformando en un nuevo estándar para hacer reservas de hoteles.

¿Cómo funcionará?

Con esta tecnología, lo que harían las cadenas de hoteles sería poner a disposición de los usuarios una serie de tarifas que estarían por debajo del coste de mercado. Serían servicios, claro está, no reembolsables. Estas tarifas tendrían un seguro de viaje emparejado o, en algunos otros casos, una garantía de cancelación, posiblemente siendo algo flexible dependiendo de cada hotel y de sus preferencias. Así es como lo ha comentado Manuel López, consejero delegado de Atlantigo, en la entrevista que ha realizado en Cinco Días.

Por lo tanto, supuestamente, la incorporación de esta tecnología podría tener un doble beneficio, tanto para los hoteles como para los clientes. Estos últimos deberían acceder a precios más bajos y tener capacidad para conseguir un seguro que les devuelva parte de lo invertido si, al final, tienen que cancelar la reserva. Por su lado, los hoteles no tendrán que seguir sufriendo los altos índices de cancelaciones y, si lo hacen, tendrán una compensación.

Aunque se intenta perfilar un aspecto positivo para los viajeros, como que estén tranquilos cuando preparen sus vacaciones, todavía está por ver cómo se materializa la tecnología de Atlantigo en su llegada a los hoteles. Por ahora, posiblemente tarde en introducirse a la vista de que todavía tendrá que expandirse entre hoteles y cadenas hoteleras. Pero no está de más plantearse que pronto podría llegar el momento en el que se acaben las cancelaciones gratis.

 

Fuente: adslzone