Yo mismo lo he vivido hace unos días, y aunque en algunos aspectos tuve suerte, la realidad es que el proceso no es tan rápido como a uno le gustaría, especialmente si el coche es nuevo y quieres verlo otra vez impecable lo antes posible.
Lo peor no fue el papeleo
El problema empezó cuando, al montarme en el coche, veo un papel en la luna. Me habían dejado un número de teléfono y, efectivamente, era porque me habían dado un golpe en la aleta delantera izquierda, mientras mi coche estaba aparcado. No era algo grave, por suerte, pero el parachoques de esa zona y parte de la chapa quedaron tocados, y era necesario pasar por chapa y pintura, sobre todo teniendo en cuenta que el coche tenía 10 días en el momento del accidente.
Lo más reconfortante es que la persona responsable del golpe tuvo un buen acto de fe, algo que debería hacerse siempre de esta manera, y me dejó sus datos para hacer el parte conjunto y que su seguro se hiciese responsable.
Así que comenzamos con el trámite, que fue realmente sencillo. Di el parte en la aplicación de Mapfre en unos cuantos minutos, especificando bien cómo sucedió todo, según la versión de la otra persona. Además, para curarnos en salud, tanto él como yo rellenamos un parte amistoso para agilizar el proceso. No hubo discusión ni problema alguno, y ya lo siguiente era esperar a que los seguros se pusieran de acuerdo.
Al día siguiente, tras pedir cita, llevé el coche al taller asociado a Mapfre para que lo viera el perito. De hecho, aquí llegué a pensar que incluso ese mismo día podría tener el coche como nuevo, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de que en pocas horas recibí la confirmación de que el seguro daba luz verde a la reparación, no iba a ser tan rápido.
El problema no sería el seguro, sino el taller. En Madrid, al menos, es misión imposible encontrar un taller de chapa y pintura que tenga citas en los próximos días, y ya ni hablar de conseguirla en el mismo día. Llamé a varios y todos estaban a rebosar. Así que nada, la cita más temprana que logré encontrar fue casi dos semanas después del accidente. Para mí, esto se traducía en 13 días enteros con un coche nuevo que ya tenía la chapa marcada, con la desilusión que conlleva eso para alguien que lleva tiempo deseando disfrutar de su vehículo.
Bien es cierto que pueda sonar caprichoso, pero si entrenas coche, sabrás lo que molesta verlo con un golpe, sobre todo por esa sensación de llevarlo a medias. Aquí es donde me puse a pensar en esos anuncios de televisión en los que las aseguradoras prometen reparaciones rápidas. ¿Cómo lo van a hacer, si no hay talleres disponibles?
Elige bien tu seguro
Respecto al trato con mi aseguradora, Mapfre, la sensación es bastante agridulce. Por un lado, la aplicación es útil y hace que todo sea muy fácil, sin tener que acudir a la oficina si no lo deseas. Sin embargo, cuando les toca responder al teléfono para solventar dudas, la cosa cambia: ni responden. Y no hablo de una llamada, sino de varias.
Por tanto, lo que me deja claro este pequeño problema es que hay dos cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir el seguro para tu coche. La primera es asegurarte de que te van a responder cuando les pides ayuda, y la segunda, que es más que probable que esas reparaciones rápidas que prometen no lleguen a ser reales. Pero esto último es algo que no depende de ellos, claro está.
Mi experiencia ha sido esta, con papeleos rápidos, pero con un servicio técnico más lento de lo que me hubiese gustado.
Fuente: adslzone