Una vez la campaña de la Renta 2023 ha llegado a su fin, la Agencia Tributaria ha comenzado a enviar notificaciones a todos aquellos contribuyentes que han presentado el borrador con algún error o desajuste en comparación con los datos que tiene contabilizada Hacienda. Es la primera vez que el organismo realiza una acción similar, que nos permite poder corregir nuestra Renta sin estar expuestos a una multa o a una sanción.

Esta nueva vía está enfocada principalmente en aquellas declaraciones que tienen errores menores en los que no se detecta una intencionalidad por parte del contribuyente. Además, destaca que no se pueden modificar. Sino que todo viene calculado por parte del fisco y podemos presentar la propuesta o, en su lugar, confirmar que nuestro borrador estaba correcto. Si optamos por la segunda opción, sí que estaríamos expuestos a una sanción en el futuro.

Una declaración complementaria

Todos aquellos contribuyentes que reciban una advertencia por parte de Hacienda, tendrán que acceder al “Servicio de tramitación de borrador / declaración (Renta Web)” al igual que hicieron cuando presentaron la declaración correspondiente. Como novedad, en este apartado se encontrarán una nueva función que tendrá el nombre de “Complementaria calculada”. En ella, aparecerán todos los datos que Hacienda tiene registrados en su base de datos relativos a nuestra actividad.

Si estamos de acuerdo con la información que allí aparece, lo único que tenemos que hacer es configurar esta complementaria y, desde ese momento, la nueva declaración quedará como presentada. El procedimiento es muy similar al que ya estamos acostumbrados, pero esta vez la novedad es que mediante este aviso proactivo por parte del fisco, evitamos tener que asumir cualquier posible multa o recargo por haber tenido algún error presentando el modelo. Una buena noticia para todos aquellos que han tenido algún descuido mientras regulaban su IRPF.

Importes no muy elevados

Las declaraciones complementarias calculadas tienen como objetivo corregir aquellos modelos en los que se detecte algún tipo de error que tenga un impacto mínimo en la Renta. Se entiende que se incluyen los habituales despistes que cualquier contribuyente puede tener en el momento de llevar a cabo la presentación, pero en los que no se detecta que haya existido una mala fe o un prejuicio para el organismo.

Las complementarias calculadas son diferentes a las clásicas declaraciones complementarias que se deben realizar una vez se detecta algún error grave y el fisco obliga a que incorporemos la información necesaria para despejar cualquier duda. Además, si hemos recibido una comunicación informándonos de la discrepancia entre los datos que tiene Hacienda y los presentados, es importante conocer que no estamos obligados a presentar la correspondiente declaración.

En el caso de que el organismo tributario realice cualquier comprobación a posteriori, y se sigan detectando anomalías, sí que tendremos que continuar con el proceso habitual y, en el caso de que se confirmen, deberemos hacer frente a la sanción o el recargo pertinente.

 

Fuente: El Economista | adslzone