Estamos acostumbrados a seguir las recomendaciones en materia de seguridad que nos ofrecen los fabricantes de telefonía para poder recuperar nuestros dispositivos móviles en caso de robo. En la mayoría de los casos, todos los ajustes que incluye cualquier smartphone pasan por una condición básica: que no apaguen nuestro terminal. Pese a que durante los últimos años ya encontramos opciones que nos permiten localizar los mismos si se ha pagado recientemente, la realidad es que si está encendido, siempre va a ser más fácil.

Y este es el punto en el que se centra la Organización de Consumidores y Usuarios. Concretamente, analizando cuáles son las ventajas y las desventajas que nos puede ofrecer una tarjeta SIM virtual, conocida como eSIM, frente a las tarjetas SIM tradicionales.

Localización en remoto

El organismo mencionado previamente expone en su página web que una de las principales ventajas que nos puede ofrecer una eSIM frente a la SIM física, es que en el caso de que nos roben nuestro terminal, no van a poder borrar los datos de la eSIM. Por lo que, si nos sustraen nuestro teléfono, vamos a poder hacer uso de las funciones de localización en remoto para poder identificar la ubicación exacta en la que se encuentra nuestro terminal, puesto que el ladrón nunca va a poder extraer nuestra tarjeta.

En el caso de las tarjetas SIM físicas, lo único que tienen que hacer una vez nos roban el móvil es extraer la tarjeta, normalmente accesible con un clip o cualquier otro objeto punzante. Desde ese momento, las opciones que tenemos para poder localizar nuestro smartphone se reducen de manera considerable. Apostando por opciones como las eSIM, esta tarea no es posible si no se tienen los datos de acceso para poder desbloquear el terminal.

Además, también se enumeran otras ventajas, como es el caso de que el tiempo de espera para realizar una portabilidad se reduce de manera considerable. Y que los dispositivos móviles tienen un diseño mucho más optimizado, al no tener que reservar ningún espacio físico dentro del terminal para poder introducir una tarjeta física.

Escanear un código QR

Conviene recordar que uno de los aspectos, junto a los anteriores, que ha permitido impulsar el uso de las tarjetas SIM virtuales es la sencillez que podemos encontrar en el proceso de contratación. Únicamente tenemos que comparar las operadoras, y sus correspondientes tarifas, que existen actualmente en el mercado y, una vez escogida, llevar a cabo la contratación del servicio en cuestión.

Una vez hayamos hecho el pago correspondiente, vamos a poder realizar la descarga de los datos de la tarjeta SIM virtual escaneando un código QR. Cuando lo escaneamos, se va a llevar a cabo la instalación en nuestro terminal y, apenas unos segundos después de haber realizado el pago, vamos a poder comenzar a operar con nuestro nuevo número. Sin más esperas ni pasos intermedios. Demostrando, de nuevo, la versatilidad y facilidad de este servicio.

 

Fuente: adslzone