Recientemente, se ha conocido que algunos ayuntamientos de nuestro país están poniendo ciertas trabas a la hora de permitir instalar fibra óptica a sus vecinos. Algunos de ellos son, por ejemplo, los ayuntamientos de Zamudio (Vizcaya), Santander, Torredonjimeno (Jaén) y Turre (Almería). Que se han apoyado en el silencio administrativo para denegar algunas solicitudes que han ido llegando para poder obtener la licencia para llevar a cabo tal instalación. Una situación similar a la de Huelva que, en este caso, sí que lo ha denegado contestando al requerimiento pertinente. Aunque, eso sí, alegando una justificación insuficiente. 

Esta situación ha alimentado la queja de sus vecinos, motivo por el cual la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en adelante CNMC, ha tenido que intervenir. Advirtiendo a los ayuntamientos que están realizando este tipo de prácticas que prohibir la instalación de fibra óptica debe ser justificado. Y, además, también se debe proporcionar una alternativa que permita disfrutar de los mismos beneficios o, al menos, similares. 

No siempre es necesaria una licencia

La CNMC también ha recordado que no siempre es necesaria una licencia para poder llevar a cabo el despliegue de fibra en una localidad, atendiendo a lo que dice la Ley General de Telecomunicaciones. En el caso de que el operador en cuestión cuenta con un plan de despliegue que ya haya sido aprobado previamente y, además, la instalación no se realice en un edificio considerado de interés cultural o que afecta a un espacio natural protegido, es posible llevar a cabo todo lo relativo al proceso de instalación. En todo momento, eso sí, “cumpliendo con las normas urbanísticas aplicables”.

El Ayuntamiento de Marbella también ha desestimado una petición de ampliación de redes de fibra del municipio. Y la CNMC ha afirmado que esta decisión vulnera el artículo 5 de la LGUM, que pretende garantizar la libre circulación de bienes y servicios por todo el territorio español. Una situación muy similar a la que se ha producido en Meco, Madrid, y Las Cabezas de San Juan, en Sevilla.

También se ha querido hacer hincapié en la documentación exigida por parte de los consistorios cuando reciben peticiones de licencia de instalación de placas fotovoltaicas. Un volumen de documentación que, en muchos casos, es considerada excesiva, como es el caso de lo ocurrido en el Ayuntamiento de Huesca.

La cuestión medioambiental

Pese a que el CNMC aboga para que el despliegue de fibra sea cada vez mayor en todo el territorio nacional, con el objetivo de proporcionar cobertura a un gran porcentaje de población, sí que existe una limitación importante en términos ambientales. 

Uno de los aspectos en los que ha querido incidir la CNMC es en el respeto del medio ambiente a la hora de realizar los despliegues de fibra. “Los operadores deben cumplir las normas urbanísticas aplicables, aunque tengan aprobado un plan de redes. Además, la CNMC reconoce la posibilidad de restringir la instalación de fibra óptica para proteger el medio ambiente”.

 

Fuente: adslzone