Nuevo golpe contra la piratería en Europa. Esta vez ha ocurrido en Austria, pero ya va quedando muy claro que estas redadas, detenciones y envío a prisión de los piratas, se está transformando en la tónica en todo el continente. Las autoridades, una vez más, han contado con la ayuda de las principales afectadas por estos servicios ilegales de IPTV: las empresas del sector.

Han confesado después de siete meses

Un total de 20 hombres turcos fueron arrestados meses atrás en una campaña de redadas simultáneas que se llevó a cabo en Austria y Alemania. Cuarenta agentes se pusieron de acuerdo para conseguir desmantelar esta red de piratería por IPTV que había estado sembrando el caos entre los negocios del sector. Pero parece que, en el momento de la detención, los agentes no tuvieron pruebas suficientes para condenar a los sospechosos. Lo que sí pudieron hacer fue retenerles hasta que confesaran. Y, después de siete meses, lo han hecho. No todos, pero comentan las autoridades que sí han confesado los principales sospechosos, quienes llevaban el peso de esta operación de piratería que había generado millones de euros en los últimos años.

Cuando se llevaron a cabo las detenciones también se confiscó un coche Audi A7, 1,6 millones de euros y se pusieron bajo el control de los agentes 60 cuentas bancarias. Eso dejaba a los sospechosos a punto de caramelo para que todo el peso de la ley pudiera caer sobre ellos. Y ha terminado ocurriendo, aunque los agentes han necesitado un poco más del tiempo que posiblemente habrían previsto.

Una enorme red de piratería

La investigación comenzó en Alemania. Y el primer paso se dio porque una gran empresa del sector de la televisión y el streaming hizo la denuncia inicial. Las autoridades no han desvelado el nombre exacto de qué empresa fue, pero sí que hay varias menciones a lo largo de la documentación y los nombres que aparecen son los de las plataformas que hemos mencionado antes. Eso despertó el interés de las autoridades, por lo que comenzaron a investigar. Poco después de haber empezado a tirar del hilo vieron que la red de piratería les llevaba hasta Austria, así que se pusieron en contacto con los agentes del país para que les echasen una mano y colaboraran. Con el tiempo, decenas de agentes ya estaban trabajando en el mismo caso para poder terminar con la red de piratería.

La primera de las redadas se hizo a inicios de 2023, seguida de una segunda en la que supuestamente desmantelaron toda la organización y detuvieron a todos los implicados. Durante todo el tiempo en que los han tenido retenidos, los agentes han continuado investigando a fin de poder resolver todas las dudas que tenían y descubrir qué era lo que realmente se escondía detrás de la red pirata.

Lo que acabaron descubriendo los agentes fue que se encontraban ante un negocio de piratería mucho más amplio del que se habían imaginado inicialmente. Uno de los problemas de la investigación fue la forma en la que se ramificaban las pistas y cómo resultaba difícil seguir el rastro de las cuentas de usuario. Llegar a descubrir cuántos clientes tenía la red de IPTV era casi imposible. Uno de los motivos es que los responsables del servicio solían convencer a muchos de sus clientes para que se convirtieran en revendedores, lo que les permitía seguir extendiendo la red y conseguir más ingresos.

Los datos definitivos a los que han llegado incluyen la presencia de, como poco, 15 revendedores solo en Austria. Pero para entender la magnitud de la red hay que saber que cada uno de estos revendedores daba servicio a un mínimo de 300 clientes y un máximo que podía pasar de los 2.500. Además, parece que algunos de sus clientes también se podían convertir en revendedores y así complicar todavía más la investigación. Lo peor de todo es que, según los cálculos que ha realizado la policía, los revendedores podrían llegar a ganar cantidades de entre 3.000 y 25.000 euros al mes. A eso le tendrían que descontar la comisión que se llevaban los responsables de la plataforma de piratería, pero seguía siendo una cantidad más que elevada.

juez-mazo

Además de esto, lo que ha provocado que no pudieran condenarles hasta que han confesado es la ausencia de pruebas tangibles del delito que estaban cometiendo. No encontraron dispositivos de piratería como decodificadores de IPTV, más allá de unos pocos terminales que no eran tan vinculantes como podrían haber deseado, ni tampoco dieron con las señales de streaming ni con otros elementos que evidenciaran que estaban cometiendo un delito. Habían limpiado sus huellas para que fuera difícil condenarlos, aunque han podido comprobar que, al final, las autoridades se han salido con la suya. Ahora les espera el juicio, en el que se les imputan cargos por fraude, por infringir copyright y por lavado de dinero. En base a cómo se desarrollen los juicios, podrían llegar a ser condenados hasta a 10 años de prisión.

Con una nueva condena como esta y la detención de decenas de piratas implicados en la red de IPTV ilegal, volvemos a ver el trabajo que las autoridades están haciendo para desmantelar redes de piratería. Cada vez ocurre en más países y, visto lo visto, es cuestión de tiempo que también se lleve a cabo una operación de este tipo en España.

 

Fuente: TorrentFreak | adslzone