Aunque sea una de las multas más absurdas que te pueden poner, los salpicones que pueda causar tu coche te pueden llegar a quitar hasta 500 euros de la cartera si te ponen una multa.

Cuidado con salpicar en días de lluvia

Inmersos ya prácticamente en el otoño, la temporada de lluvias va a estar con nosotros una temporada. De esta manera, es cada vez más habitual coger el coche y encontrarte con importantes precipitaciones en las carreteras, que te obligan a extremar las precauciones al volante para reforzar la seguridad vial. A su vez, esta época es una de las que más atención le debemos de prestar a diferentes acciones de nuestro coche que pueden ser objeto de multa.

Evidentemente, no existen sanciones de verano o de invierno, pero sí existen multas que son más comunes en esta época del año por las características propias que pueden ser susceptibles de ser sancionadas. En época de lluvia deberíamos de prestar especial atención a una serie de circunstancias si queremos evitar un castigo económico por no cumplir con los preceptos que marca la ley, y que en muchos casos quizás no sabías hasta entonces.

De hecho, tal y como recoge el artículo 2 del Reglamento General de Circulación: “los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación, ni causen peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes”.

Algo similar podemos encontrar en el texto del artículo 46 1.G del RGC, que especifica en qué casos hay que reducir la velocidad: “Se circulará a velocidad moderada y, si fuera preciso, se detendrá el vehículo cuando las circunstancias lo exijan, especialmente en los casos siguientes: (…) Al circular por pavimento deslizante o cuando pueda salpicarse o proyectarse agua, gravilla u otras materias a los demás usuarios de la vía”.

Hasta 500 euros de multa en el peor de los casos

Hay que dejar claro en primer lugar que no existe una multa concreta por salpicar a los peatones, sino que será a juicio de la autoridad de tráfico el considerar si se han incumplido los preceptos anteriores. En el caso de que un agente considere que salpicar agua a un peatón es causa imputable al conductor, podría imponerle una sanción de hasta 500 euros. Queda a su interpretación si la acción se ha efectuado con intención o no.

Para llegar a esa cifra, habría que considerar además que no se ha reducido la velocidad a una cantidad adecuada que evite el desagradable chapuzón al peatón. En la mayoría de los casos, si no hay un exceso de velocidad manifiesto, lo más probable es que tenga consideración de falta leve, con multas de hasta 100 euros, aunque, normalmente, suele ser de 80 euros.

Evitar esta situación es sencillo siguiendo algunas precauciones. Conduce a una velocidad adecuada, incluso un poco más lenta debido al asfalto resbaladizo y la menor visibilidad. Igualmente, tienes opciones de carriles, elige los más alejados de la acera, normalmente los del medio, para evitar involuntariamente esta sanción innecesaria.

 

Fuente: adslzone