Hay multas de todo tipo y en algunos casos son bien merecidas, como si pilla un radar con exceso de velocidad. También hay otras de las que somos menos conscientes que estamos haciendo algo mal, como es el caso de “la multa más tonta de todas”. Afortunadamente, aunque la ley sea tajante al respecto de que estamos cometiendo una infracción en su caso, también cabe decir que es una de las que más hacen la vista gorda las autoridades y, en caso de que lleguen a multarnos, tampoco es excesivamente cara.

Lo haces todos los días y alguno te llevarás una multa

Si repasamos las multas que nos pueden poner al volante, hay varias muy absurdas en el sentido que cometemos sus infracciones prácticamente sin darnos cuenta, bien sea por costumbre o desconocimiento de la norma.

A nuestro criterio, una de las más tontas que te pueden poner es la de usar el claxon. Es un elemento más de nuestro coche y estamos acostumbrados a usarlo para saludar a alguien, para meter prisa al primer conductor parado en un semáforo cuando este se pone en verde, etc.

Sin embargo, el artículo 110 del Reglamento General de Circulación, que prohíbe emplear señales acústicas de sonido estridente y sin motivo reglamentariamente permitido.

“Excepcionalmente o cuando así lo prevea alguna norma de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, podrán emplearse señales acústicas de sonido no estridente, y queda prohibido su uso inmotivado o exagerado.

De esta forma, la legislación de circulación solamente prevé tres casos en los que se puede utilizar en el caso de los vehículos no prioritarios o de emergencias:

  • Evitar un posible accidente y, de modo especial, en vías estrechas con muchas curvas
  • Advertir, fuera de poblado, al conductor de otro vehículo el propósito de adelantarlo
  • Advertir su presencia a los demás usuarios de la vía, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 70 (efectuar a causa de circunstancias especialmente graves un servicio de los normalmente reservados a los prioritarios).

Así pues, cada vez que pitas en un atasco para liberar tensiones (porque los coches no se van a mover mágicamente) o lo utilizas en algún caso que no sea de los anteriores, estás poniéndote en peligro. Además, tampoco se puede tocar en los lugares donde esté colocada la señal de tráfico R-319 (una bocina sobre un fondo blanco y bordeado de color rojo), una señal muy habitual en zonas específicas como los hospitales.

Multa de hasta 80 euros

Por suerte, y aunque las autoridades de tráfico suelen hacer la vista gorda con el uso del claxon, siendo más permisivos que con otras infracciones, la multa no será demasiado elevada. Una de las acciones más habituales de uso indebido del claxon se produce un conductor avisa al vehículo de delante de que el semáforo se ha puesto en verde quejarse de alguna maniobra incorrecta de algún conductor y en ese caso podrías volver a casa con 80 euros menos en la cartera.

Esta infracción está catalogada como leve porque no supone un peligro para el resto de conductores de la vía y disminuye la seguridad vial. Más bien está recogida en el RGC para proteger a los núcleos urbanos de la ya elevada contaminación acústica existente por el tráfico, los atascos, las obras o los vehículos de limpieza. Es por esto que las distintas administraciones se han visto obligadas a regular el nivel de ruido para garantizar la salud y el bienestar de los ciudadanos.

 

Fuente: adslzone