Vamos a repasar cuáles son las causas, efectos y soluciones ante la desgracia de que se incendie un coche eléctrico.

Incendios de coche eléctrico

Las baterías de iones de litio son ahora mismo el estándar en coches eléctricos y en la mayoría de los híbridos, al menos hasta que las baterías de estado sólido sean una realidad. Aunque son diseñados y fabricados cumpliendo con estrictos controles de calidad, las baterías de litio en los vehículos eléctricos pueden incendiarse debido a un proceso conocido como «fuego térmico».

Esto puede suceder cuando hay un cortocircuito interno o externo en la batería, lo que provoca una reacción en las células de las baterías, un aumento de temperatura y una reacción química descontrolada.

El calor que se genera durante el cortocircuito puede dañar la estructura de la batería, liberar gases inflamables y, en última instancia, ocasionar un incendio. Esto puede ocurrir de manera aislada, sin que haya un detonante claro, o bien por impactos físicos, como accidentes de tráfico.

El mayor riesgo para las baterías de un coche eléctrico o híbrido es el accidente, el choque. Por ello, los fabricantes diseñas los vehículos pensando en proteger al máximo los ocupantes y la batería. Es por esto que la mayoría de coches eléctricos tienen la batería en el suelo del habitáculo. El motivo es que es el lugar menos propenso a choques por estadística y fácilmente aislable en una jaula de seguridad reforzada.

Sea cual sea la causa del fuego, estos incendios pueden propagarse rápidamente y es preciso tomar medidas de seguridad específicas para su extinción.

Protocolo para apagar el fuego

Podríamos pensar que, en caso de haber tenido la desgracia de que se prenda un coche eléctrico, lo más común sería que el departamento de bomberos acuda con una manguera y trate de extinguirlo. Sin embargo, no es el protocolo más apropiado para este tipo de vehículos.

Como decíamos antes, las baterías de litio son muy complicadas de apagar e incluso continúan ardiendo incluso bajo el agua. De hecho, se recomienda que no se arroje agua. El agua puede crear una reacción con los productos químicos dentro de la batería y aumenta el alcance del fuego, empeorando la situación.

Las experiencias de apagar incendios de coches eléctricos en medio de una carretera han demostrado que ha hecho falta una media de 25 o 30 horas y más 9.000 litros de agua, así como un nutrido equipo de bomberos. Los protocolos para esta clase de incendios indican que la única forma segura de extinguirlo es sumergir todo el vehículo en un depósito de agua y mantenerlo allí 24 horas.

Como muestra, un suceso ocurrido recientemente en Mallorca:

«Los Bombers de Palma iniciaron la extinción, que luego prosiguieron los Bombers de Mallorca del parque de Llucmajor. Durante horas los bomberos arrojaron agua y espuma hasta cubrir prácticamente el coche, pero era inútil. Cuando parecía que el fuego estaba apagado, la batería se volvía a encender una y otra vez. Los bomberos eran conscientes de que los protocolos para esta clase de incendios indican que la única forma segura de extinguirlo es sumergir todo el vehículo en un depósito de agua y mantenerlo allí 24 horas. Y es lo que hicieron.

(…) los bomberos trasladaron el vehículo con una grúa hasta un parking aislado en la calle Cedre de Son Verí. Allí instaron un contenedor de grandes dimensiones, metieron el coche dentro y lo cubrieron de agua, donde deberá permanecer todo un día».

 

Fuente: adslzone